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Por Qué NO ADMINISTRAS BIEN TU TIEMPO

En este video te comparto la respuesta al Por Qué NO Administras Bien Tu Tiempo. Y te adelanto que… ¡no es lo que crees! 👇🏻👇🏻


 
 
 
 
 

Por Qué NO ADMINISTRAS BIEN TU TIEMPO ⏱️

La vida está tan llena de imprevistos, responsabilidades y compromisos que, hacer coincidir tus intenciones con tu realidad, parece misión imposible.

Pero ¿qué es lo que pasa exactamente?

¿Por qué organizar el tiempo es tan difícil?

¿Y por qué siempre acabamos por deducir que la culpa de todo, la tiene la falta de tiempo?

Este tema da para mucho. Por eso en el video quiero centrarme solamente en una de las cuestiones que a mí personalmente más me cambió la perspectiva sobre cómo administrar mejor mi tiempo, mi productividad y la forma de organizar mis días.

 

¡Dale al Play! 🤓

 

Por Qué NO ADMINISTRAS BIEN TU TIEMPO ⏱️

 

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Transcripción del Video:

«Por Qué NO ADMINISTRAS BIEN TU TIEMPO ⏱️«

 

Cuando empieza la semana, y te pones a organizar tu tiempo para los próximos días, empiezas a anotar las 85 tareas personales y profesionales que quieres lograr, y de pronto pueden ocurrir dos cosas:

– la primera: por más que intentas hacer tetris con tu horario y agenda, no hay forma de meter ahí todo lo que te gustaría hacer. Y por supuesto, le echas la culpa a la falta de tiempo.

– o bien, puede suceder que haces un tetris maravilloso. Todo quede bien atadito y ordenadito, hasta con colores quizás en tu plan semanal. Peeeeeeero en cuanto el lunes termina ya te vas dando cuenta de que… esta semana tampoco será la semana en que logres cumplir con todo lo que habías planificado. Y de nuevo le echas la culpa a…. Adivina: a la falta de tiempo.

Y es que, la vida está tan llena de imprevistos, responsabilidades y compromisos que, hacer coincidir tus intenciones con tu realidad, parece misión imposible.

Pero ¿qué es lo que pasa exactamente? ¿Por qué organizar el tiempo es tan difícil? ¿Y por qué siempre acabamos por deducir que la culpa de todo, la tiene la falta de tiempo?

Este tema da para mucho. Por eso en el video quiero centrarme solamente en una de las cuestiones que a mí personalmente más me cambió la perspectiva sobre la gestión del tiempo, la productividad y la forma de organizar mis días. ¡Vamos allá!

 

INTRODUCCIÓN

Cuando no alcanzamos nuestros objetivos, a menudo culpamos al tiempo. Ay, si hubiera tenido más tiempo hubiera podido…  Se me escapa el tiempo por más que intento organizarme. Si manejara mejor mi tiempo  podría…

Como tu foco está puesto en el tiempo, lo que haces es tratar de mejorar tu forma de encajar los tiempos, tomar cafeína para rendir más, usar la técnica de pomodoro para concentrarte mejor y sacar tareas adelante, llenas tu planner semanal de colorines, te descargas apps para hacer mejores listas de tareas pendientes, te levantas más temprano, coleccionas trucos para no procrastinar, para ser más disciplinado, ¡aaaaaaaah!

Lo bueno es que con todo esto estás tratando de solucionar el problema y eso te honra. Lo malo es que… al final… no te acaba de funcionar y sigues sintiéndote desbordado por no lograr lo que te propones a causa del tiempo.

¿Y si te dijera que no se trata tanto del tiempo? ¿y si te dijera que la razón por la que no estás alcanzando tus metas no es por una mala gestión del tiempo, sino algo totalmente diferente?

Lo cierto es que si lo piensas, todos tenemos 24 horas al día, todos. Eso significa que el tiempo es un recurso fijo. Pase lo que pase en tu vida. Pase lo que pase en tu trabajo. Tus días seguirán teniendo 24 horas.  No importa lo que hagas, ni los imprevistos que acontezcan, ni las responsabilidades que tengas, al final tu día siempre tendrá 24 horas.

Por lo tanto, el problema no es tu falta de gestión eficaz del tiempo, porque el tiempo es un recurso fijo. Siempre vas a contar con 24 horas al día. Sin embargo, y aquí va la gran clave, tu energía no es un recurso fijo es algo variable, y eso significa que, si empiezas a enfocarte más en jugar con esta variable cambiarás las reglas del juego.

Hoy en día puedes encontrar multitud de investigaciones que demuestran que tener más conciencia de tus niveles de energía y programar tus días teniéndolos en cuenta, puede mejorar enormemente tu productividad.

 

LA CLAVE ES LA ENERGÍA

Así pues, hacer una lista de 20 tareas y programar 5 informes o reuniones en un día, puede parecer una buena idea cuando estás escribiéndolo todo en tu agenda, porque a priori parece que todo encaja y que tendrás tiempo suficiente para hacerlo. Pero lo que pasa es que, al hacer esto, normalmente cometes uno de los errores mas garrafales de la gestión del tiempo: no tienes en cuenta la realidad.

Si, es posible que tengas suficientes horas en el día para hacer todas las cosas que quieres hacer, pero quizás lo que ocurre es que no tienes suficiente energía. Y aunque empieces tu mañana super animado y a tope de power, a medida que avanza el día, es muy posible que empieces a quedarte sin batería y tardes el doble de lo que pensabas en hacer lo que tenías planeado hacer. Y el error aquí es echarle la culpa al tiempo. No es el tiempo, es que lo estás haciendo más lento porque no estás en el nivel energético más óptimo para realizar esa tarea.

Otras veces, lo que te pasa es que no tienes energía mental, o sea, tu mente está “sobrepasada” o saturada o tus emociones te desbordan por la razón que sea y adivina: puedes estar dos horas mirando el ordenador sin lograr escribir una sola palabra, cuando en tu agenda tenías pensado escribir 3 informes en ese bloque de tiempo.

 

Así pues, a diferencia de la previsibilidad del reloj, tu energía puede oscilar salvajamente de una hora a otra, de un día a otro, o incluso de una semana a otra, o si por ejemplo eres mujer y, te pasa como a mi, en esos días del mes todo te cuesta el doble.

Entonces, si continúas teniendo en cuenta solamente “el tiempo” como factor para tu productividad, y solamente te ocupas de hacer tetris con tu agenda es muy probable que acabes por sentirte decepcionado, frustrado y aún por encima agotado. Es por eso que ya has coleccionado y puesto en marcha numerosas técnicas de gestión del tiempo, bien eso ya está. Ahora lo que te toca es comenzar a enfocarte más en administrar mejor tu energía.

 

Ahí van 4 cosas que necesitas empezar a hacer para gestionar mejor tu energía dentro de las 24 horas que tiene el día.

 

1.HAZTE CONSCIENTE DE TUS NIVELES DE ENERGÍA Y RENDIMIENTO.

Todos tenemos un momento del día en el que estamos más enfocados y motivados de forma natural. Tal vez sea en tus mañanas cuando tu mente está más despejada. Quizás sea a principios de la tarde mientras tus hijos están en clase de música. O puede que para ti sea más bien al final del día, cuando todo está en silencio en tu casa.

El caso es que, durante esas horas tu energía está al máximo, consigues fluir sin demasiado esfuerzo. Y logras superar con facilidad esas tareas difíciles o arduas que en otros momentos se te atragantarían. Por eso, la primera gran clave es encontrar esas horas del día en que tu concentración y energía están en su máximo apogeo.

Para ello, hazte esta pregunta:

  • ¿En qué momentos del día tiendo a hacer el trabajo más arduo, en menos tiempo?

Para averiguarlo de forma efectiva, puede ser de gran ayuda llevar un diario de productividad durante tan solo una semana. Y anotar en éste cómo te sientes de enfocado y enérgico en los distintos momentos del día. Seguramente tras 7 días poniendo conciencia y haciendo anotaciones, te des cuenta de que hay un patrón. Y de que a ciertas horas rindes mucho mejor que a otras, donde casi cualquier tarea se te hace mucho más cuesta arriba.

Incluso podrías medir cuánto tiempo te lleva hacer cada tarea de tu día a día para ver si realmente estás aprovechando al máximo cada bloque de tiempo de tu día.

Yo tomé conciencia de esto hace mucho tiempo, cuando todavía estaba estudiando. Por más que lo intentara, me daba cuenta de que por las tardes me costaba mucho más concentrarme que por las mañanas. Y ahora que trabajo por mi cuenta y que puedo conformar mi horario a mi gusto, he podido comprobar una y otra vez que mi pico de rendimiento mental está en las primeras 3- 4 horas de mi mañana.

Por eso cuando me despierto, entre las 7 y 7:30 am. Trato de empezar a trabajar lo antes posible y de no ponerme con otras tareas menos importantes hasta la tarde. Es cuando realizo las tareas más arduas o de mayor concentración al inicio del día, que consigo un progreso más significativo en mis proyectos y grandes metas.

 

2. DESCUBRE CUÁNTO TIEMPO Y ENERGÍA NECESITAS PARA CADA TAREA.

Como te decía al inicio de este video, la energía no es constante. Sube y baja según cuánto hayas dormido, cómo hayas comido y en función de la calidad de tus descansos a lo largo del día y también de la semana.

Así pues, en lugar de usar únicamente los principios de gestión del tiempo para organizar tu día. Organiza tus tareas en función, también, de la cantidad de energía que necesitas para completarlas.

Piensa en tu vida. Estarás de acuerdo conmigo en que hay un sinfín de tareas diarias o semanales que requieren poco esfuerzo e incluso ninguna concentración. Y luego están esas tareas, que por A o por B, parecen agotar tus baterías mucho más rápido.

En mi caso por ejemplo, las tareas que me demandan más energía y concentración son: la creación de guiones para mis videos, creación de contenidos para mis programas, las tareas que tienen que ver con el planteamiento estratégico de mi negocio, y por supuesto, mis sesiones de coaching y mentorías.

Mientras que, las que menos energía y concentración me suponen son: leer y responder emails, editar videos, crear contenidos para Instagram, todo lo que son tareas administrativas, y por supuesto, las tareas domésticas.

 

Ahora es tu turno.

Puedes, si quieres hacerlo bien y con mimo, crear una lista con las tareas que más comúnmente tienes que hacer en tu semana y luego ordenarlas de las más agotadoras a las más livianas.

Esta lista será tu referencia a partir de ahora, para aclarar cómo priorizar tus tareas y programarlas en tu día a día.

Eso si. Recuerda esto porque es muy muy muy importante. Que una tarea te suponga mucha energía o concentración, no significa que sea importante ni prioritaria. Por eso, cuando priorices tu agenda, debes usar tus momentos de máxima energía para las tareas que sean las más grandes en términos de energía y que, a su vez, también sean las más importantes en función de cuáles sean tus objetivos en cada etapa del año.

Yo hago la mayor parte de mis tareas creativas y estratégicas por la mañana, y luego programo esas tareas administrativas que son menos importante y requieren menos energía fuera de esas horas de rendimiento máximo de las mañanas. Ahí es cuando reviso los emails, hago tareas administrativas, y hago mis tareas domésticas. Porque, aunque, al trabajar desde casa, podría hacer mis tareas domésticas a primera hora de la mañana, sería un desperdicio de mi limitada energía.

 

3. HAZ UNA PLANIFICACIÓN FLEXIBLE

Es verdad que puedes mejorar mucho tu productividad probando y luego usando distintas técnicas como el time-blocking, el Task Batching, la técnica de Pomodoro, las estrategias anti-procrastinación, etc. Lo que pasa es que, aún así, surgirán imprevistos, urgencias y un sinfín de cosas más que, por desgracia, están fuera de tu control. Y tu energía es una de esas cosas.

No importa que hagas todo bien o que tengas una rutina de noche y de mañana estupendas. Aún con todas las precauciones del mundo, seguirás teniendo días en que te sentirás desenfocado, otros estarás sin motivación, o cansado, o con la mente atontada. Es decir, puedes tener las mejores intenciones del mundo pero aun así tener dificultades para concentrarte incluso durante las horas de máximo rendimiento.

Los días bien estructurados son geniales, pero tienen que dejar espacio para la espontaneidad y los imprevistos. Mientras planeas tu día, asegúrate de tomarte un respiro cuando las cosas no van como lo planeaste.

El punto aquí, es asumir que no eres perfecto y cuanto antes lo aceptes y agregues algo de flexibilidad en tu vida, te darás cuenta de que incluso si tienes un día de mierda, no tiene por qué afectar a tu bienestar, ni mucho menos a tu autoestima.

Organizar muy bien tu tiempo y tener muchas metas y tareas para hacer está muy bien, pero asegúrate de organizar tu trabajo y tu vida teniendo en cuenta tus propios altibajos tanto energéticos como emocionales, para salir de ese bucle en el que te sientes constantemente decepcionado contigo mismo.

 

4. PLANIFICA Y PRIORIZA TAMBIÉN TUS DESCANSOS.

El descanso es productivo. Repito el descanso es productivo. De nuevo, numerosas investigaciones han demostrado que el tiempo de descanso o recuperación entre tarea y tarea, y a lo largo del día y de la semana, le permite a tu cerebro ser más creativo y productivo. Y en general menos estúpido tomando decisiones 😉

No estamos hechos para correr sin parar. Sin embargo, priorizar el descanso cuando vives en una cultura del éxito que promueve el sacrificio. Así como la hiperconectividad que tenemos hoy en día con los móviles, que nos hace caer en la tendencia de no desconectar nunca de nuestros compromisos. Ni de chequear los emails del trabajo aún en horario de descanso o vacaciones.

Por esto necesitas ser más disciplinado, pero esta vez, con el descanso y los momentos de desconexión. Para esto puedes implementar en tu vida acciones pequeñitas para reponer energía y despejar la mente durante el día a día. Y luego tomar decisiones y acciones más grandes para cambiar por completo tu vida.

Para las pequeñas acciones del diario, averigua qué te hace recuperar energía y hazle espacios a esas cosas en tu agenda diaria. Tal vez una caminata matutina o una sesión de ejercicio físico por la tarde o 15 minutos de meditación o yoga después del trabajo. No importa lo que sea, mientras te funcione y te ayude a prevenir la sobresaturación o el agotamiento.

 

Para los Objetivos Más Grandes

Luego están las cosas grandes que puedes hacer si actualmente la vida que llevas, no te da un respiro y está afectando a tu salud mental o física.

Por ejemplo, si tienes un trabajo que no valora el descanso y que no te permite tener tiempo libre suficiente, o si no tienes un horario flexible o tampoco puedes trabajar ningún día desde casa. En mi opinión podría ser hora de buscar un nuevo trabajo. Siempre y cuando, y quiero dejarlo claro: éste esté afectando a tu salud mental o física.

Hay muchas cosas sobre las que deberías reflexionar y muchas decisiones que empezar a tomar, si tienes un jefe chapado a la antigua. Que espera que hagas horas extras no pagadas todos los días como norma. O que pretende que estés disponible a cualquier hora, de cualquier día para responder sus emails. O que cree que trabajar mientras estás de vacaciones es lo normal y lo responsable. Este tipo de trabajo es insano e insostenible a largo plazo, y créeme te mereces algo mejor.

 

CONCLUSION

Organizar tu vida en torno a tu energía puede ayudarte a proponerte gestionar tus 24 horas del día de forma mas realista, abordar tareas mas complejas, y garantizar que no agotes tu batería de energía a principios de semana. Si bien todos tenemos 24 horas al dia, no son las mismas 24 horas para todos, asi que deberías planearlas teniendo tus niveles de energía en cuenta. Teniéndote en cuenta.

Espero haberte inspirado, si es así no te olvides de dejarme tu “Me Gusta” para apoyar a mi canal, te veo la próxima semana con un nuevo video, ¡bye bye!

Sandra.

 

 

Soy Sandra González y quiero ayudarte a dejar atrás las dudas, la indecisión y el estancamiento en el que te encuentras.

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