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Dejar de perder el tiempo para empezar hacer algo con tu vida, ya de una vez por todas, es algo que muchos deseamos pero que pocos nos proponemos en serio, porque no sabemos ni por dónde empezar. ¿Quieres un paso a paso? Sigue leyendo.

 
 
 
 
 
 
Que pasen los años y todo siga igual no necesariamente es un problema para todo el mundo. Pero quizás para ti es algo cada vez más pesado de soportar.

Si eres una mente inquieta, un buscador de sentido, una persona que necesita hacer de su vida algo significativo, entonces no hay nada peor que ver pasar el tiempo y sentir que lo estás desperdiciando.

Y es que, cuando eres de esas personas que, no solo piensan en tener una vida estable, sino que lo que buscan es plenitud y auto-realización, entonces vivir una vida que no te corresponde, que no tiene nada ya que ver contigo, se vuelve un suplicio agotador.

En este post quiero darte un punteo resumido acerca de qué es lo que debes dejar de hacer para salir de ese estancamiento y apatía, a la vez que voy a proponerte un primer paso para empezar a cambiar tu suerte cuanto antes.

 

¿Cómo dejar de perder el tiempo?

1. Deja de idiotizarte viendo (y envidiando) la vida de otros.

Instagram mola, eso es indiscutible, pero también puede ser fuente de mucha envidia y frustración.

Depende de qué uso le des.

Por eso, si eres de esas personas que se pasan el día en redes sociales, siguiendo a personas que si han logrado lo que tú realmente anhelas (pero quizás incluso aún no te has reconocido a ti mismo), y lo único que haces es tratar de «sentir» a través de ellos cómo sería esa vida, no sólo te «enganchas» de mala manera a esos canales, sino que además… ¡estás perdiendo el tiempo!

Fíjate. A mi me encanta Instagram, pero no lo uso para hacerme sentir la falsa ilusión de una vida mejor a través de otros. Lo que hago es usarlo para inspirarme y luego pasar a la acción con eso que deseo.

Todo lo que veo en Instagram y me gusta «lo guardo», voy anotando ideas, y con ello recompongo mis objetivos a largo, medio y corto plazo, me hago preguntas, me cuestiono mi vida actual, etc. Es decir, utilizo las redes sociales con el fin de aclararme y de inspirarme para luego hacer algo real con todo eso.

Y tú, ¿estás usando las redes sociales para ayudarte con tus metas en la vida? (Coméntame más abajo en la sección de comentarios).

 

2. Deja de coleccionar cursos con la esperanza de que te cambien la vida.

Los cursos NO cambian vidas, mi querido lector. Lamento informarte de ello con tanta contundencia, pero alguien tenía que decírtelo ya para que dejaras de malgastar, no sólo tiempo, sino también dinero en esa ilusión.

Lo que cambia vidas son los planes de acción y la ejecución de tareas, metas y objetivos. Es así, no me lo he inventado yo, y además es una obviedad enorme, tan grande que se nos pasa desapercibido casi todo el tiempo.

Así pues, recuerda: hacer cursos no es ejecutar metas, sino que es el paso de preparación previo para ello (y sólo cuando es realmente necesario), pero aún en ese caso, si luego no te pones en marcha con tu objetivo, por más que hayas hecho un curso… ¡nada cambiará en tu vida!

Yo le saco el jugo a cada curso que hago, por eso no puedo hacer muchos cursos, ¿me explico?

Porque cuando pones en práctica lo aprendido no tienes tiempo para hacer otro curso más, y luego otro, y luego otro. Esto es señal de que coleccionas cursos para darte una falsa sensación de estar en marcha hacia tus objetivos, cuando en realidad estás huyendo de ello.

Y tú, ¿eres coleccionista de cursos? (compárteme en comentarios).

 

3. Deja de proponerte «Objetivos Sucedáneo».

Otra gran pérdida de tiempo se va en esos objetivos que no son lo que realmente quieres, pero que, como son menos retadores pues te pones a malgastar tu tiempo en ellos auto-convenciéndote de que eso es lo que quieres hacer con tu vida.

Lo malo de hacer esto es la enorme cantidad de tiempo perdido, ya que puedes estar años persiguiendo algo que en el fondo sabes que no te va a hacer feliz ni a realizarte.

¡Ojo! Esta claves es mucho más sutil que las anteriores, por eso hay que tener mucho cuidado con ella.

Es lo que ocurre, por ejemplo, cuando alguien quiere pasar de un puesto de directora de calidad, a vivir con libertad emprendiendo su propio negocio (ese fue mi caso). Me parecía tan estúpido mi verdadero deseo y sobre todo tan retador, que pasé años buscando otros trabajos y diciéndome que lo que quería era triunfar en el mundo de la empresa, ya que emprender me parecía demasiado desafiante.

Si intuyes que te puede estar pasando lo mismo, coméntalo conmigo en la sección de comentarios para que pueda darte feedback.

 

4. Deja de arrimarte a los proyectos de otros.

Otra estupenda manera de no hacerte cargo de tu propia vida y perder el tiempo, es dejándote seducir por los proyectos ajenos.

Dado que en el fondo seguramente seas una personas muy capaz, serás presa de otras personas que si saben lo que quieren pero no saben cómo hacerlo, así que buscan a personas capaces como tú para que les hagan gran parte del trabajo en sus proyectos. ¿Te suena?

O puede ser también que, como no estás pudiendo ponerte en serio con lo tuyo, te propones voluntario para ayudar a cualquiera en cuanto te enteras que algún otro está iniciando un proyecto propio. ¿Te suena más?

Sea cual sea tu caso, lo que haces es unirte al proyecto de otro para darte la falsa sensación de «tener un proyecto» y estar avanzando hacia «tus metas» (en realidad estás avanzando hacia las metas de otro).

Ojo, porque esto de nuevo no siempre es fácil de asumir o de detectar incluso. Así que ¡abre bien los ojos!

 

 

¿Cómo hacer un proyecto de vida?

En realidad, todo es mucho más sencillo de lo que parece.

Lo que ocurre es que tus miedos y tus inseguridades te hacen dudar.

La incomodidad que te producen los grandes desafíos, como por ejemplo iniciar tu nuevo proyecto de vida personal o profesional, hace que tiendas a la huída. De ahí que suceda lo que he enumerado más arriba.

Por tanto, la gran clave para salir de esos bucles de pérdida de tiempo es:

• Descubrir qué es lo que hay bajo esas capas de miedo y dudas.

 

Para ello, debes hacerte preguntas que puedan atravesar esa nube de temores y así sincerarte contigo mismo. Esta es la clave para dejar de perder el tiempo: la sinceridad acerca de quién eres y qué quieres más allá de tus inseguridades.

Una vez le das espacio en tu vida a esta cuestión, y te la tomas en serio, lo demás es: «sota, caballo y rey» (hacer un plan y ejecutarlo, ¡listo!)

 

¿Cómo aclararte más allá de tus miedos?

Con sencillas preguntas y mucha, mucha, mucha honestidad.

1. Si te dijera que, sea lo que sea lo que desees, vas a conseguirlo con éxito en unos años, ¿qué te gustaría ser, hacer y/o tener?
2. Si en realidad fuese algo muy sencillito de lograr, ¿cómo te gustaría que fuera tu vida?
3. Imagina que en el mundo el dinero no hiciera falta, ¿a qué te dedicarías todos los días? (Después de pegarte una vuelta al mundo, y darte varios años sabáticos y demás, qué harías después, a qué tipo de proyecto te entregarías en cuerpo y alma).
4. ¿Qué es eso que anhelas o envidias de otros, pero que a ti te parece imposible conseguir?

 

Bien, recuerda que sólo podrás iniciar tu verdadero cambio hacia una vida de plenitud y significado cuando logres ser totalmente sincero contigo mismo en cuanto a tus deseos y anhelos.

 

Un ejercicio para que lo hagas, no para que lo leas.

Así pues, en próximos días, sigue visitando tus redes sociales favoritas y ahora hazlo con este nuevo objetivo: inspirarte en la vida de otros para aclarar qué quieres hacer con la tuya.

Después de un máximo de 5 días (o antes), toma una libreta y anota en ella las respuestas sinceras a las preguntas anteriores. No dejes que conteste el miedo, primero escríbelo todo. Luego ya tendrás tiempo de dejarte llevar por el pánico (pero ya estará todo escrito, jejejeje)

Con esto tendrás la materia prima para empezar a definir tu plan de acción e iniciar tu nuevo proyecto.

Ya nos encargaremos de los miedos en otros post 😉

 

¡Desde aquí muchísimo ánimo!

Tú también mereces vivir con plenitud, no te des por vencido, sólo aclárate y ponte con ello.

¡Inspírate y actúa!

Sandra.

 

Te leo en la sección de comentarios 🙂

 

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Un abrazo!

Sandra.