Hoy vamos a ver 7 hábitos saludables que han cambiado por completo mi vida y que te ayudarán a ti también a avanzar hacia un estilo de vida más saludable👇🏻👇🏻
7 HÁBITOS SALUDABLES Que Han CAMBIADO MI VIDA
Si ya me conoces y has visto algunos vídeos míos, comprenderás que no voy a limitarme a decirte que tienes que beber más agua o desmaquillarte antes de ir a dormir. Más bien, lo que quiero en este video es proponerte hábitos mucho más “profundos” que van a tener un gran impacto en tu vida y en tu crecimiento personal, pero que, por contrapartida, no van a ser tan rápidos y ni fáciles de implementar en tu día a día como pasa con otros hábitos mucho más sencillos como hacer la cama por las mañana o comer más fruta.
Así que, recuerda que no se trata de, de pronto, proponerte incorporar todos estos hábitos de golpe, empieza por elegir uno o dos si es que ahora mismo estás con ganas de llevar un estilo de vida más saludable. Y te aseguro que ya solo con este hábito que elijas, vas a notar grandes cambios y encontrarte mucho mejor en tu día a día.
¡Vamos allá! 👇🏻👇🏻👇🏻
PPSSSSTT!!!! Si te sientes perdido y quieres descubrir qué hacer con tu vida a partir de ahora, Descárgate Gratis mi GUÍA CLARIDAD 📒 🔦 para aclarar tus ideas, cambiar el rumbo y volver a empezar.
7 HÁBITOS SALUDABLES Que Han CAMBIADO MI VIDA
1. Toma conciencia de tus adicciones alimentarias
Bien, si hay algo que puede darte una pista de por dónde puedes mejorar tu salud y en general tus hábitos alimenticios es haciéndote más consciente de qué alimentos estás abusando por tener un cierto nivel de adicción a los mismos.
Estoy hablando de alimentos que en cantidades ajustadas pueden ser son muy interesantes, pero que cuando abusas de ellos por largo tiempo, hacen que tu vida no sea tan saludable. Esto pasa mucho, por ejemplo con el café, el chocolate, los dulces en general, la comida procesada, las salsas, los hidratos de carbono refinados, las bebidas azucaradas, etc.
En general, todos sabemos de qué pie cojeamos, así que si de verdad quieres tener hábitos alimenticios más saludables tendrás que ser consecuente con eso que ya sabes. Pero a veces, podemos llevarnos sorpresas.
De hecho, para saber si tienes alguna adicción a algún alimento, prueba a retirar ese alimento de tu dieta durante al menos 2 semanas. Si ves que te cuesta horrores o que te genera ansiedad no tomarlo, entonces, ahí lo tienes. Pero no te preocupes, no es nada malo. Todo lo contrario, ya te has dado cuenta de tu adicción, ahora te tocará empezar a incorporar una relación más sana con ese alimento.
Por ejemplo, yo empecé a retirar algunos alimentos de mi dieta hace ya algunas semanas, y me di cuenta que eliminar los alimentos dulces y el azúcar, no ha sido tan duro como eliminar el café con leche, por ejemplo.
Así, tras el experimento he decidido limitar mi ingesta de café a una sola taza al día por las mañana, y el resto del día tomo te matcha o achicoria.
Como ves, los cambios deben hacerse poquito a poco. Lo importante es tomar conciencia de qué te tiene enganchado y te produce ansiedad no tener a mano, y empezar a tomar cartas sobre el asunto. Y esto me lleva al siguiente habito.
2. Prueba nuevas recetas más saludables
Es super importante aprender a alimentarse mejor y para ello, no basta con privarse o limitar la ingesta de ciertos alimentos, se trata de descubrir nuevos alimentos a los que quizás no estás acostumbrado y aprender a cocinar con ellos para hacer menús más creativos y saludables, y por tanto, distintos a la comida que quizás te enseñó tu madre o tu abuela.
Hoy en día tenemos la gran suerte de tener acceso a nueva recetas con tan solo hacer un click en el móvil, y de forma totalmente gratis.
Así que, aquí yo lo que estoy haciendo es expandir mis habilidades culinarias y mi dieta en dos sentidos. Por un lado, estoy aprendiendo a cocinar platos sin gluten, para dejar de abusar tanto de cereales como el trigo, que para mi sorpresa me doy cuenta que formaba parte de tooooodas mis comidas, desayunos y cenas.
Y con este paso, de empezar a buscar y hacer platos sin gluten me estoy abriendo a probar alimentos que son totalmente nuevos para mi, y enriquecen mucho mi dieta. Como por ejemplo, la pasta de legumbres, el pan de alforfón o las tortitas de avena.
Y además, gracias a este nuevo hábito de animarme a probar nuevas recetas, estoy cogiéndole el gusto a cocinar. Antes me daba pereza y no le dedicaba más de 20 minutos. Ahora me hago unos platazos, tan ricos y tan saludables, que cocinar ya no me da pereza, todo lo contrario me motiva porque me hace descubrir que hay todo un universo ahí fuera de cosas por probar y que están realmente buenísimas.
3. Hazle un hueco a lo que quieres conseguir.
Siguiendo con los puntos anteriores, si lo que quieres es empezar a hacer algunos cambios para que tu alimentación sea más saludable, debes hacerle hueco a ese objetivo.
Muchas veces decimos en voz alta: – Si, la verdad es que yo quiero dejar el café, o quiero comer más verduras, o quiero dejar de comprar tantos platos precocinados. Pero no le hacemos hueco a esa intención. Seguimos con nuestros quehaceres como si nada, y cuando llega el momento de ir al super, claro, ahí ya estamos vendidos, porque como no hemos hecho un hueco para planificar los menús de esa semana, y por tanto, los ingredientes que necesitamos, pues no sabemos qué comprar. Y eso hace que volvamos a coger lo de siempre.
Entonces, para romper ese círculo: hazle hueco a tus objetivos e intenciones. Si de verdad quieres tener un estilo de vida más saludable, planifícate. Y si no tienes tiempo para ponerte a crear menús, o buscar recetas, puedes comprarlos.
Yo fue lo que hice cuando quise probar a hacer comidas sin gluten. Compré un cursillo de 3 meses, que te trae un menú semanal con desayuno, comida y cena, todo sin gluten y en cada menú semanal, te viene la lista de la compra y las instrucciones para hacer batch cooking, y también para ir haciendo cada receta paso a paso.
Si es que, en verdad, no hay excusa, la cuestión es: ¿tienes realmente ganas de hacerle hueco en tu vida a esos hábitos más saludables, o no?
Y esto aplica para cualquier otro hábito. Es decir, si quieres empezar a hacer ejercicio, lo mismo. Planifícate tus sesiones de ejercicio semanal, hazle un hueco en tu vida a ese objetivo. Si quieres reducir el estrés y tener mejores hábitos de descanso y desconexión, lo mismo, planifícate, hazle hueco a esa intención.
Bueno y justamente esto me lleva al siguiente punto.
4. Gestiona tus niveles de estrés
Si quieres llevar un estilo de vida más saludable y sentirte mejor física y emocionalmente, si o si, tendrás que aprender a gestionar tu estrés. Y para ello el primer paso es ser consciente de tus niveles de estrés en tu día a día.
Esto no es moco de pavo, porque normalmente solemos estar bastante desconectados de cómo nos sentimos, especialmente si estamos en plena época de estrés por el trabajo o por cualquier problema o dificultad que se nos haya presentado.
Para incorporar este hábito puede serte útil preguntarte cada día: ¿cómo están mis niveles de estrés hoy? y anotar en un diario o en tu agenda qué puntuación le das a ese día y por qué. Eso te permitirá entrenar tu capacidad de auto-observarte e identificar esos factores que suelen levantar tus niveles de estrés para tomar las medidas oportunas.
Hace unos meses, por ejemplo, yo misma pasé por una punta de trabajo que subió muchísimo mis niveles de estrés y me estaba dejando cansadísima y sin energía. Bien, pues al identificar lo que me estaba pasando empecé a tomar pequeñas medidas: ser más cuidadosa con la cantidad de horas que trabajaba al día, hacer más descansos y de mayor calidad, sustituir el deporte aeróbico por yoga y sesiones de meditación, etc.
Hay gente que está super estresada y… y listo… se queja, pero no hace nada. No toma ni la más mínima acción para gestionar ese estrés. En lugar de ello, habitúate a reflexionar por qué y para qué haces lo que haces, y si ves que lo que te propones te está estresando demasiado, toma la medidas oportunas. Y una de ellas podría ser la siguiente.
5. Sueña con el Futuro. Vive en el presente
Aunque suene a obviedad, no lo es en absoluto. Pues muchos vivimos con el sueño y anhelo constante de ser más feliz, tener tal o cual trabajo, conseguir tal o cual objetivo, vivir de otra manera, tener más libertad económica, etc. Y eso hace que constantemente estemos comparando nuestra vida real con ese sueño que tenemos, y esto nos hace sentirnos constantemente insatisfechos, e incluso frustrados con la realidad de nuestro día a día.
Es importante, que identifiques esto si es tu caso y te recuerdes a ti mismo cada día lo siguiente:
– Los sueños y anhelos están ahí para inspirarte y para darte una dirección de futuro. Pero, una vez ya tienes esa dirección o esa visión de tu vida futura, y te has organizado para asegurarte de avanzar en esa dirección, te toca bajar de las nubes y volver a la tierra.
Esto es, volver al presente, asumir esa realidad en la que vives y ocuparte de lo que ocurre en ese presente que estás experimentando. En lugar de estresarte por conseguir ese objetivo ya y volverte loco preocupándote por el futuro. O peor aún, en lugar de evadirte de tu realidad con horas y horas de entretenimiento fácil y sin valor. En lugar de ello, vive tu presente, vive tu realidad.
Y si tu realidad no te gusta o se te complica, analiza por qué y toma acciones correctivas al respecto. Para mi, vivir el presente es ser realista, y no tiene nada que ver con renunciar a tener grandes sueños o expectativas de futuro. Porque una cosa no está reñida con la otra. Lo que debes hacer es entender que los grandes logros se consiguen pasito a pasito y disfrutando del camino, sin prisas. Sin tratar de evadirte. Simplemente viviendo cada día, lo más alineado posible con aquello que te propusiste hacer, y respetando tu propio ritmo y velocidad de aprendizaje.
6. Aprende sobre Gestión Emocional.
Es difícil tener una vida saludable si vives constantemente en una montaña rusa emocional. Ciertos sentimientos como la ansiedad, la ira o la preocupación pueden convertirse en tu “modus operandi” habitual y llevarte a no disfrutar de tus relaciones, ni de tu trabajo, ni por supuesto, de tu propia paz interior.
Por eso, aprender cuál es la función de cada emoción, para qué sirve y cómo gestionarla, es lo único que puede ayudarte a resolver tus conflictos de manera madura y productiva.
Yo todavía me sorprendo de encontrarme con personas que se quejan de su ansiedad o de sus ataques de ira, pero que todavía no han dado el paso de hacer una búsqueda en Google para saber más sobres esas emociones. Es algo que me cuesta comprender.
Lo que quiero decir, es que si ves que tienes el mal hábito de dejarte llevar a diario por tus propias emociones, quizás sea momento ya, de una vez por todas, para empezar a aprender más sobre gestión emocional. E ir practicando herramientas y ejercicios que te ayuden a no ser “la víctima” de tus emociones y conflictos, y te ayuden a crecer y madurar con cada problema o dificultad que aparezca en tu vida.
Hay muchos blogs de psicología en internet con un sinfín de artículos que te ayudarán a comprender mejor qué te pasa en cada momento. También tienes libros de psicología, libretas de ejercicios para gestión emocional, cursos, formaciones y por último profesionales que pueden ayudarte a aprender cómo manejarte en esas situaciones que despiertan tus ataques de ansiedad o ira, por ejemplo.
7. Reserva tiempo para ti.
Un hábito muy saludable y que puede ayudarte a mejorar en muchos aspectos tu propio bienestar, es el de disponer de ratos a solas solo para hacer lo que quieras. Y cuando digo lo que quieras me refiero a actividades NO productivas, es decir, ratitos para escribir en tu diario, ratitos para el auto cuidado, ratitos para la meditación, ratitos para hacer nada, ratitos para dedicar a tu hobby favorito, ratitos para formarte, o para ir a terapia, etc.
Si eres una persona auto-exigente, o con muchas responsabilidades, es posible que estés pasando por alto dedicarte tiempo a ti mismo, por eso es importante que recuerdes que la mejor manera de ayudar a otros y cumplir con tus obligaciones es ocupándote de ti mismo, de tu bienestar físico, mental y emocional, y este hábito es sin duda una muy buena idea para respirar y tomar oxígeno en medio de todas esas responsabilidades que tienes. Y además te ayudará a hacer crecer en tu interior una gran dosis de amor propio.
Conclusión
En conclusión, llevar un estilo de vida saludable no tiene tanto que ver con beber 3 litros de agua al día, o con tomar té matcha por las mañanas, porque debes recordar que somos mucho más complejos que eso. Somos un sistema en el que lo físico, lo emocional y lo mental están totalmente interconectados y interrelacionados, y por tanto, para empezar a llevar un estilo de vida más saludable hay que adquirir hábitos que aporten bienestar a todas las partes de ese sistema.
Espero que este video te haya inspirado y sobre todo aportado algo de luz sobre algunas de las cosas que puedes empezar a hacer para avanzar hacia un estilo de vida más saludable. Como siempre si te gustó este video no te olvides de darle al “Me Gusta” y suscribirte si todavía no lo has hecho. Y si este tema te ha gustado, estoy segura de que estos otros videos te encantarán también, aquí te lo dejo para que puedas seguir aprendiendo más sobre desarrollo personal y estilo de vida más consciente.
Nos vemos en el próximo video, bye bye!
Si quieres saber más sobre Mañana Conscientes pulsa este link para más información sobre el programa y cómo apuntarte a la lista de espera.
No olvides suscribirte a mi canal de YouTube si todavía no lo has hecho, pues me quedan un montón de cosas más por contarte que son realmente muy importantes y que estoy segura te ayudarán y mucho a conseguir tus más altas metas.
¡¡¡Te leo en comentarios!!! 🤗
Sandra.
Soy Sandra González y quiero ayudarte a dejar atrás las dudas, la indecisión y el estancamiento en el que te encuentras.
Estás a un paso de empezar a construir tu futuro profesional y dedicarte a lo que te hace feliz de verdad. Aclárate y pon en marcha hacia tu reinvención.
Tu nueva vida está más cerca que nunca. ¿Empezamos? >>