¿Qué hacer para cambiar tu vida? Hoy te traigo esta recopilación de 10 hábitos de desarrollo personal que a mí me cambiaron la mía, y que estoy segura te ayudarán a ti también a lograr todas tus metas.👇🏻👇🏻
10 Hábitos que te Ayudarán a Cambiar tu Vida
Empezar a cambiar tu vida implica cambiarte a ti mismo porque, al fin y al cabo, tu vida es el sumatorio de todas las experiencias que vas teniendo cada día, y que van a depender en gran medida de cómo piensas, cómo te gestionas, qué decisiones tomas y cómo haces frente a lo que acontece en tu día a día.
Y las personas que nos apasiona el crecimiento personal tenemos algo de ventaja en todo esto, porque hay muchos hábitos y perspectivas que ya sabemos que pueden ayudarnos, y mucho, a cambiar tu vida, lo que pasa es que no siempre nos acordamos de practicar lo que sabemos ¿verdad?
Así que hoy he hecho esta recopilación de 10 hábitos de desarrollo personal que a mí me cambiaron la vida, y que estoy segura te ayudarán a ti también a lograr todas tus metas.
¡Dale al Play! 🤓
PPSSSSTT!!!! Si te sientes perdido y quieres descubrir qué hacer con tu vida a partir de ahora, Descárgate Gratis mi GUÍA CLARIDAD 📒 🔦 para aclarar tus ideas, cambiar el rumbo y volver a empezar.
Transcripción del Video:
«10 Hábitos que te Ayudarán a Cambiar tu Vida«
Empezar a cultivar estos 10 hábitos que voy a presentarte hoy, me hizo cambiar por completo mi forma de pensar, en ese momento en el que buscaba encontrar mi lugar en el mundo y crearme una vida hecha a mi medida.
Son hábitos que aprendí leyendo libros de desarrollo personal y profesional, e interesándome también por artículos y entrevistas de personas exitosas a las que admiro y sigo desde hace años.
Lo que voy a compartirte son perspectivas y formas de pensar, que todos deberíamos tener en cuenta para mejorar nuestras vidas porque están orientadas a devolverte ese protagonismo que tanto necesitas para cambiar tu vida y recuperar las riendas.
Por eso el primer hábito es:
1. Responsabilízate por completo de lo que ocurre en tu vida.
Las personas exitosas, que logran hacer lo que tienen que hacer para cambiar sus vidas, no suelen quejarse demasiado, ni por demasiado tiempo, ni tampoco cargan a otros con el 100% de la culpa de sus problemas.
Más bien, tienen el hábito de hacerse responsables de lo que les pasa en sus vidas.
Cuando empiezas a ocuparte de tus problemas y a buscar activamente soluciones para seguir avanzando hacia tus metas, aprendes que no siempre puedes controlar todo lo que te ocurre, pero que, si puedes elegir cómo tomarte lo que te pasa, y qué hacer con ello de ahí en adelante.
Yo empecé a practicar esto poquito a poco. Primero lo tuve presente. Leía historias sobre cómo algunos famosos habían logrado hacer frente a situaciones y experiencia difíciles e inimaginables, y aun así lograr grandes metas en sus vidas. Y eso me hizo empezar a ver las cosas con mayor perspectiva. Ahora cuando algo que no espero ocurre, o cuando llega a mi vida una mala noticia o un problema, automáticamente me pregunto:
– Dentro de 40 o 50 años cuando me vaya a morir, ¿recordaré esto? ¿Tendrá alguna importancia entonces?
Y luego me pregunto: – ¿cómo puedo hacerme cargo de esto? ¿cómo puedo minimizar el impacto de este problema en mi economía, en mi relación, en mi cotidiano, o en mi estado de ánimo?
Y una vez tomo perspectiva primero y me hago responsable del problema después, voy tomando las decisiones y las acciones que necesito para poder seguir adelante con mis objetivos.
Este hábito ha sido de los que más me han ayudado a cambiar mi vida porque, además, responsabilizarte de lo que te pasa en la vida tiene un efecto paralelo, y es que te vuelves muy optimista con respecto a tu futuro, porque sabes que podrás con cualquier eventualidad que llegue a tu vida y trabajarás para lograr cambiar tu vida.
2. Trata de aclarar al máximo cuáles son tus objetivos y tus prioridades.
Las personas exitosas tienen muy claro lo que quieren en sus vidas, y eso no solamente les da dirección y les hace enfocarse en lo que tienen que hacer para lograr sus metas, sino que además les facilita saber qué es lo que tienen que priorizar cada día, cada semana, cada mes y cada año de sus vidas.
Lo que les pasa a menudo a las personas que no logran mejorar sus vidas es que confunden productividad con eficacia. Y es que, cuando no tienes claro hacia dónde vas, no priorizas y por tanto, no eres eficaz. Y cuando no priorizas y no eres eficaz, haces un montón de cosas productivas o no, pero que, al final, no te llevan a cambiar realmente tu vida.
Por eso, una de las primeras cosas que yo empecé a hacer, hace 10 años, en ese momento de reinvención de mi carrera profesional, era marcarme objetivos claros, aun cuando no estaba del todo segura de si eso era lo que quería para un futuro a largo plazo. Porque sabía que cuanto más tiempo pasara “sin objetivos claros”, más años de mi vida iba a desperdiciar.
Así que, habiendo pasado ya varios años preguntándome a qué podía dedicarme, un día me dije a mí misma: – Vale, tengo esta idea loca de emprender para dedicarme a ayudar a los demás ¿y qué más da si no estoy segura al 100% de que quiero emprender? Voy a marcármelo igualmente como objetivo y a probar a ver qué pasa. Y si resulta que esto no es lo mío, en unos meses, lo sabré ahora ya si de forma certera y podré pasar página para ponerme con otra cosa.
Así que, hace 10 años, tomé la decisión de convertir mi reinvención profesional en mi prioridad durante unos meses, y ahí descubrí que, finalmente emprender como coach, era lo que realmente quería hacer J
¡Pssst! Si tú también estás tratando de reinventarte profesionalmente, pero todavía no tienes muy claro qué es lo que quieres o hacia donde dirigirte, descárgate Gratis mi Guía Claridad, en la que te propongo ejercicios que te ayudarán a definir tu Propósito, Misión y Visión para que puedas empezar a poner orden a tus ideas J
3. Saca el máximo partido a tus recursos para cambiar tu vida.
Las personas exitosas no esperan a estar preparados o a tener todo en su haber para tomar acción o perseguir sus metas. Hacen lo que pueden con lo que tienen en cada momento. Y eso les permite no ponerse excusas estúpidas, ni perder demasiado tiempo en tonterías.
Si necesitan un ordenador nuevo, trabajan como pueden con el que tienen hasta lograr adquirir uno mejor. Más conocimientos sobre alguna materia, siguen trabajando poco a poco en sus metas con lo que ya han aprendido, hasta poder aprender más sobre esa materia y de ahí dar el siguiente salto hacia su objetivo. Qu aún no se les da bien algo, practican con cierta torpeza hasta que logran mejorar su destreza. Etc, etc, etc.
Para mi este ha sido otro de los grandes descubrimientos que me permitieron cambiar no solamente mi forma de hacer las cosas, sino más bien mi propia personalidad. Empecé, poco a poco a darme permiso para hacer cosas sobre las cuales aún no me sentía segura ni preparada. Empecé a lanzarme a hacer cosas que sabía que me iban a salir o quedar “mal”, precisamente porque me convencí a mí misma de que, lo importante era el objetivo: cambiar mi vida, no el “hacer las cosas de forma perfecta”.
Así que me grabé a fuego esta frase que nos gusta tanto a los coachs de: “Mejor hecho que perfecto”, y con ello dejé de ponerme excusas del tipo: es que no tengo un ordenador bueno, o una cámara buena, o no sé editar video o no sé cómo se crea un blog, y simplemente me puse a ello ¡COMO PUDE! Y con lo que tenía en ese momento.
Porque en realidad lo que te cambia la vida no son fórmulas mágicas ni trucos revolucionarios, sino más bien hacer lo que tienes hacer con lo que tengas en cada momento.
4. No tengas miedo a tener miedo de fracasar.
Las personas exitosas, saben por experiencia, no por fe, que el fracaso es bueno. Porque el fracaso es simplemente una materia prima necesaria para aprender algo que no sabías, y que posiblemente se te había pasado por alto. Te enseña a darte cuenta de qué es lo que no funciona a la hora de conseguir tus metas, para que así puedas probar con otra cosa distinta hasta lograr el éxito en lo que te propongas.
En mi opinión
El fracaso me ha enseñado y enriquecido muchísimo más que mis éxitos. Parece solo una frase bonita que queda bien para ilustrar lo que digo, pero en realidad es mucho más que eso. Puedes escuchar a tus padres, a tus amigos, a tus profesores o guías decirte mil veces cosas como: esto se hace así, ten cuidado con esto porque te puede salir mal, no cometas este error que yo cometí, etc, que hasta que no te pasa a ti. Hasta que no te enfrentas a ello y experimentas ese fracaso o esa equivocación, no tomarás verdadera conciencia de ello.
A mí, los errores, las decisiones equivocadas y los fracasos que he vivido en los últimos años, fueron los que, sin duda alguna, me ayudaron a conocerme mucho más, a saber qué es lo que me gusta y lo que no, qué es lo que va conmigo y lo que no, hacia dónde dirigir mi profesión y hacia dónde no, y también con qué tipo de personas relacionarme y cuáles no.
Creo firmemente que cuantos más fracasos tienes, y más aprendes de ellos, más puedes madurar y crecer como persona. Y es totalmente normal que el fracaso te de miedo, a mi también me lo da, es algo que no se cura, la vida es así, pero que te de miedo, no significa nada, solo que bueno, vas a hacer eso que quieres sintiéndote algo inseguro, algo miedoso, pero nada más.
Así que por eso quiero recalcar aquí, que para mi, no se trata de no tener miedo al fracaso, sino de no tener miedo de tener miedo al fracaso. ¿Te da miedo el fracaso? Ok, como a todo el mundo, no te pasa nada grave. Anda y ve a hacerlo con miedo, ya lo has hecho así muchas veces en el pasado, esta es solo una vez más de muchas que están por venir 😉
Y esto me lleva directamente al siguiente punto:
5. Aprende a gestionar tus emociones.
Las personas exitosas saben que la falta de gestión emocional afecta a su estado de ánimo, a su rendimiento y a sus comportamientos. Por eso se toman tiempo de aprender cómo gestionarlas de manera efectiva para sí mismos. Lo cierto, es que existen cientos de técnicas para manejar emociones, pero no todas sirven para todo el mundo, y la clave está en aprender y probar y probar y probar, hasta encontrar aquello que mejor te funcione, según lo que quieras conseguir.
Y para ello es imprescindible conocerse a uno mismo. Las personas exitosas lo son porque han aprendido a conquistarte a sí mismas, a auto-liderarse y a saber cómo sacarse el mayor partido en cada situación que viven, sean una bonita o una fea experiencia.
En mi caso
Puedo decirte que esto me llevó varios años, probé un poco de todo desde que inicié mi propio proceso de desarrollo personal y crecimiento espiritual, y al final lo que a mí me funcionó fue aprender a ser muy honesta conmigo misma, permitir a mis emociones, rabietas, malhumor, tristeza, frustración y demás sentimientos emanar, para permitirme así “ser yo misma”, ser coherente con lo que siento, y una vez eso ha salido, utilizar mi parte más racional para rescatarme de la perspectiva sesgada en la que suele envolverte la emoción cuando te invade con mucha fuerza.
Así al permitirme expresar mis emociones, y al mismo tiempo después permitir a mi mente racional darles una función y un cauce que me permita seguir avanzando hacia mis metas, consigo el combo perfecto entre mente y corazón, y sobre todo consigo expresar quién soy al mismo tiempo que no pierdo de vista lo que quiero conseguir en mi vida.
Con lo cual hay veces que por alguna razón estoy muy enfadada, y me paso dos días rumiando ese enfado, pero pasado ese tiempo, saco mi mente racional a la palestra y me digo: – Sandra, se terminó, ya han pasado 2 días, ahora toca ponerse con lo que tienes que hacer. De qué te has dado cuenta con este enfado, tienes que tomar alguna medida, pues adelante, ya No más excusas.
Y lo mismo cuando estoy triste o frustrada. A esto yo lo llamo: manejo emocional funcional. A veces incluso si estoy muy triste aprovecho para replantearme algunas de las cosas o personas que hay en mi vida para luego tomar decisiones y hacer cambios, etc.
Así que ya sabes, conócete, acostúmbrate a aprender a manejar tus emociones y no te olvides de tus objetivos, pase lo que pase.
6. Gasta tu dinero de forma inteligente para cambiar tu vida
Las personas exitosas hacen un buen uso de sus recursos económicos. Si lo que quieren es prosperar destinan parte de sus ganancias a aprender a generarse ingresos extra. Que quieren tener una vida más feliz, pues destinan gran parte de su dinero a construirse una vida más feliz, en lugar de gastárselo en cosas que solo pueden “tapar” su malestar. Si quieren emprender, ahorran lo que sea necesario para poder dar luego el salto y montar su propio negocio.
Y lo más característico de las personas exitosas, es que no dudan en sacrificar aquello que les da comodidad, pero que no les aporta ningún beneficio a largo plazo para mejorar sus vidas.
Mi experiencia
Yo aprendí esta lección cuando quise empezar a montar mi propio negocio, al principio quería hacerlo todo yo sola, para poder seguir con el nivel de vida que tenía y no sacrificar nada a nivel económico. Pero a medida que iba pasando el tiempo, me fui dando cuenta de que mi estrategia no estaba funcionando, estaba perdiendo mucho tiempo, estaba gastando mis ahorros en tonterías y no lograba avanzar hacia mis metas.
Así que decidí cambiar mi mentalidad y destinar la mayor parte de mi dinero a invertir en mi futuro, y a no gastarlo en hacerme la vida más cómoda, o en hacer vida social, o en viajar. Mis únicos gastos durante varios años, más allá de mi alojamiento y comida, pasaron a ser exclusivamente inversiones en “aprender a emprender” y “aprender a vender”, entro otros.
Lo cierto es que ahora ya no lo veo como un gasto, lo veo como una inversión que normalmente siempre recupero a los pocos meses, y nunca lo dudo, cuando veo que puedo aprender algo nuevo que me ayudará de forma efectiva a seguir avanzando en mi camino, invierto todo lo que puedo.
Lo que me lleva al siguiente punto:
7. Aprende constantemente, para mejorar continuamente.
La gente exitosa siempre está dispuesta a aprender algo nuevo, son personas que dedican tiempo a leer, documentarse, hacer formaciones, etc, pero de forma altamente selectiva. Suelen elegir libros de no ficción, formaciones prácticas, y cuando se documentan o hacen búsquedas sobre alguna cuestión, lo hacen con la intención firme de aplicarlo enseguida en sus vidas.
Esto es algo que yo llevo practicando por varios años. Cuando pasé por mi gran crisis vital de los 30, empecé a coleccionar libros y cursos de desarrollo personal, así como conferencias, retiros, etc, a los que no les saqué ningún partido. Gastaba grandes cantidades de dinero en aprender cosas que luego no aplicaba. Con lo cual, en realidad, no las aprendía, solamente estaba pasando el tiempo y tratando de llenar mi vacío y de tapar mi incómoda sensación de estar perdida.
Con el paso del tiempo comprendí que el aprendizaje se da cuando aplicas cosas nuevas a tu vida personal o a tu trabajo a medida que las vas aprendiendo. Ahí es cuando el aprendizaje realmente te lleva a una mejora continua y a transformar tu vida y también a transformarte a ti mismo en tu mejor versión.
8. Haz lo que has dicho que harías. Comprométete con tus metas.
Las personas exitosas son consistentes con lo que han dicho que harían, es decir, se comprometen al 100% con sus metas y se mantienen enfocados y trabajando en ellas de forma disciplinada y con constancia.
La constancia es lo que marca la diferencia entre las personas que logran sus metas o crearse nuevos hábitos, y las que no. Porque detrás de la constancia, es decir, detrás de las pequeñas acciones que haces cada día de forma constante se esconden las más grandes metas. Y es que hacer una tarea pequeña por un largo tiempo puede llevarte a lograr transformar por completo tu vida. Pero para que eso ocurra debes hacerla de forma constante.
Mi experiencia
Lo que yo hice para mejorar mi hábito de ser constante fue simplificar al máximo mi vida de compromisos y quehaceres que no me aportaba nada. Y una vez hecho esto me propuse empezar por pequeñas acciones que me permitirían luego crearme nuevos hábitos, y mantenerme firme en esas pequeñas tareas que, si bien al principio parece que no te traen resultados, a largo plazo marcan grandes diferencias.
Así que, mi recomendación si te cuesta ser constante, es que te marques un objetivo o nuevo hábito, y empieces por una sola tarea sencilla, que no te demande mucho esfuerzo pero que vas a llevar a cabo cada día, sin falta, durante todo un mes. Y si fallas un solo día, vuelves a empezar la cuenta de los 30 días de nuevo, hasta que logres completar todo un mes en una sentada.
Cuanto más constante te mantengas en alguna actividad o hábito, más éxito tendrás en esa área de tu vida o habilidad.
Esto me lleva al siguiente punto:
9. Crea tus propias rutinas y hábitos saludables
Las personas exitosas saben que para poder lograr sus más altas metas y ser constantes, necesitan estar en el estado de ánimo y la energía correctas. Para ello, eligen empezar y terminar el día con rutinas que les ayuden a iniciar sus días con energía, y a terminar su jornada de forma relajada para descansar bien y recargar pilas para el día siguiente.
Además, tienen el hábito de hacer ejercicio regularmente para mantener una buena forma física, ya que saben que para poder ser disciplinados, y tener la energía que necesitan para perseverar hacia sus metas, necesitan tener niveles de energía adecuados.
Si estás en ese momento en el que te gustaría transformar por completo tu vida, puedes empezar por aquí, y crearte una rutina de mañana que te ayude a rendir al máximo durante tu jornada. Empieza por acostumbrarte a levantarte un poco antes y aprovechar ese tiempo para hacer actividades que son muy importantes para cambiar tu vida, pero para las que no encuentras tiempo luego a lo largo del día. También puedes alternar esto con hacer ejercicio físico a primera hora, y elevar así tu forma física para así rendir más.
10. Lleva un registro de tus progresos.
Las personas exitosas no persiguen sus objetivos al azar, sino que tienen por costumbre hacerse un seguimiento de sus propios avances, para asegurarse de ir por el buen camino.
Muchas veces nos marcamos objetivos como, empezar a hacer más ejercicio, o cambiar de profesión, o ser más productivo, pero una vez nos ponemos con ello, no hacemos un seguimiento, no tenemos ningún tipo de registro que nos indique si lo estamos haciendo bien, si nos hemos dispersado, si estamos logrando lo que queríamos en principio. Y así es muy difícil mejorar.
Por eso, un muy buen hábito que aprendí hace años cuando me formé como coach, es el de llevar un registro de mis avances, cada vez que me marco objetivos nuevos. Yo lo hago a través de mi agenda semanal, en la que anoto lo que quiero lograr cada semana. Y los findes siempre dedico unos minutos para revisar si he logrado lo que me había propuesto, qué cosas debo re-ajustar, cuáles solucionar, etc.
Si ya tienes el hábito de hacer journaling o de escribir en un diario, puedes aprovechar esos minutos de escritura para hacerte a ti mismo un seguimiento. Anotar tus avances y hacerte preguntas acerca de si deberías modificar el rumbo, mejorar alguna cosa o corregirla.
Conclusión
¡Muy bien pues espero que estos hábitos te hayan inspirado y te den una mejor idea de qué perspectiva necesitas entrenar en tu interior para lograr esa vida “a medida”, que tanto deseas!
Si es así, no olvides dejarme tu “Me Gusta” para seguir apoyando a mi canal. Y si lo que más te preocupa ahora mismo es reinventarte profesionalmente, pero no tienes idea de por donde empezar, recuerda que puedes descargarte gratis mi Guía Claridad para ayudarte a poner en orden tus ideas.
Te mando un enorme abrazo, y te veo en el próximo video, ¡bye bye!
No olvides suscribirte a mi canal de YouTube si todavía no lo has hecho, pues me quedan un montón de cosas más por contarte que son realmente muy importantes y que estoy segura te ayudarán y mucho a conseguir tus más altas metas.
¡¡¡Te leo en comentarios!!! 🤗
Sandra.
Soy Sandra González y quiero ayudarte a dejar atrás las dudas, la indecisión y el estancamiento en el que te encuentras.
Estás a un paso de empezar a construir tu futuro profesional y dedicarte a lo que te hace feliz de verdad. Aclárate y pon en marcha hacia tu reinvención.
Tu nueva vida está más cerca que nunca. ¿Empezamos? >>
