Sentirse vacío y sin rumbo es todo un suplicio. En este post quiero hablarte de cómo volver a re-encontrarte con tu propósito de vida, sin perderte en el intento.
El propósito de vida es ese ideal abstracto que te da sentido de dirección.
Cuando tu vida está alineada con tu propósito te sientes pleno y experimentas lo que se denomina como: la auto-realización.
«Tu propósito en la vida es encontrar tu propósito, y entregarle todo tu corazón y tu alma.» Buddha.
1. La Gran Crisis Personal
Llegados a una cierta edad es bastante normal toparse con una gran crisis vital. Al llegar a los 40 años, por ejemplo, una vez has cumplido con todo lo que se esperaba de ti en cuanto a estabilidad laboral, familia, madurez, etc., llega un momento en que empiezas a sentir un cierto hastío.
En muchas personas ese hastío se queda ahí, no trasciende mucho más allá de un sentimiento de aburrimiento por la rutina establecida. De ahí que las opciones de ocio, que tenemos a nuestra disponibilidad hoy en día, tengan tantos adeptos.
Sin embargo, muchas otras personas pasan del hastío a un estado mucho más profundo y desgarrador: la sensación de sinsentido o vacío interior.
En estos casos, el ocio y el salir de la rutina de vez en cuando, no sirven de nada, ya que lo que te ocurre es que has perdido de vista el sentido de la vida.
Esta crisis se caracteriza por lo siguiente:
- Sientes que las cosas que haces a diario ya no tienen sentido,
- Te cuestionas cada una de las decisiones que debes tomar, y permaneces indeciso porque no le ves la importancia a ninguna,
- Las principales áreas de tu vida dejan de ser tan importantes,
- Te desenfocas de tus antiguas metas, las abandonas, y permaneces a la deriva preguntándote ¿para qué vivir?, ¿qué sentido tiene?
- Empiezas a tener un grandísimo interés por los temas abstractos y trascendentales,
- Ya no quieres hablar de «lo de siempre», por eso empiezas a rodearte de personas que están en la misma situación que tú,
- Tu comportamiento y tu personalidad se transforman, y poco a poco, te conviertes en una personas más «espiritual».
Aunque esta gran crisis suele llegarle a mucha gente hacia los 40 años, en realidad, puede vivirse a cualquier edad. En mi caso fue a los 29 años, tras sufrir la perdida de dos seres muy queridos de mi familia, dejar mi trabajo y romper con mi pareja.
Y es que, las crisis vitales suelen detonarse una vez ocurre una ruptura entre tú y aquello que en torno a lo cual giraba tu vida. Puede ser una persona muy querida (fallecimientos, ruptura de relación, distanciamientos, etc), o puede ser por la pérdida o renuncia de un trabajo que suponía el centro de tu vida.
2. Un Nuevo Comienzo
Atravesar este tipo de crisis es todo un suplicio. Uno se siente perdido, vacío, sin rumbo, totalmente incomprendido por su entorno, y atrapado en una vida a la que ya no le ve sentido alguno.
Si estás atravesando una situación como esta, desde aquí decirte que comprendo por experiencia propia por lo que estarás pasando, te mando muchos ánimos y que sepas que tienes todo mi apoyo.
Recuerda que este tipo de crisis son pasajeras, no vas a sentirte así siempre. Lo importante, para no «enquistar» este tipo de situaciones es recordar que: toda crisis personal esconde detrás de si la posibilidad de un nuevo comienzo.
Y aquí, mi querido lector, llegamos a un punto álgido.
Porque un nuevo comienzo demanda, un nuevo sentido de dirección y un nuevo propósito, que es justamente lo que te falta en este momento.
Así pues, una vez caes en este tipo de crisis vital y pasas un tiempo deprimido, vacío y hastiado por tu rutina diaria… ¡toca dar un paso hacia adelante!
Encontrar un propósito de vida ajeno
Tras el parón al que te lleva tu gran crisis (tu vida queda en suspenso durante una buena temporada) comienza la etapa de búsqueda.
La búsqueda de propósito.
Esa búsqueda suele iniciar un camino de acercamiento hacia desarrollos trascendentales y espirituales, para buscar en ellos un nuevo propósito de vida.
Te acoges a alguna corriente filosófica, religiosa, energética, lógica, etc. Y tomas prestado el sentido que esta disciplina te ofrece, para hacerlo tuyo.
Esto te permite dejar de sentirte perdido, solo, vacío e incomprendido.
De ahí que este tipo de desarrollos tengan tantos seguidores, algunos incluso muy fanáticos. Lo cual es muy normal, dado que se convierten en su salvavidas para dejar de sentirse vacíos y perdidos.
Así pues la persona en estos casos va a hablar en términos de «he encontrado mi propósito de vida», «encontré mi verdadero propósito», etc.
Muchas personas se quedan ahí, y lo que hacen es tratar de hacer girar sus vidas alrededor de la corriente espiritual que les ha devuelto el sentido de su existencia. Cumpliendo con sus preceptos (dirección) y esforzándose por alinear su personalidad y su forma de vida con esta (identidad).
El paso siguiente: construir un propósito propio
Llegado a este punto, has conseguido «tapar» tu sinsentido acogiéndote a una propósito ajeno: el que te propone la disciplina que sigues.
El problema es que ese propósito no es propio, no es tu propósito, si no el propósito de «un otro».
Muchas personas se quedan aquí. Sustituyen su propósito anterior: lo que se esperaba de ellos en una sociedad como la nuestra, por un propósito religioso, energético, lógico, etc.
Sin embargo, otras muchas personas necesitan ir un gran paso más allá.
Se trata de personas inconformistas, que guardan en su interior una gigantesca capacidad de auto-cuestionamiento.
Lo que les ocurre a estas personas es que están en constante «revolución interior», en constante evolución personal.
Yo les llamo «Rebeldes con Visión«.
Rebeldes porque son capaces de ver más allá de su propia necesidad de llenar un vacío interno. Y por ello se atreven a cuestionar justamente aquello que más les reconfortaba, aquello que les daba propósito.
3. ¿Cómo construir un Propósito de Vida propio?
Aunque para tratar este tema necesitaría hablar contigo mucho más profundamente, te doy unas primeras pautas en mi post titulado: Cómo encontrar tu lugar en el mundo.
Ten en cuenta que como primer paso para construir tu propio propósito debes re-conectarte contigo mismo.
Y aquí radica la primera dificultad.
Porque en tu afán por «adaptar tu personalidad y estilo de vida» a los preceptos de tu corriente espiritual… te has desconectado de ti mismo.
Ojo con esas disciplinas que, supuestamente, te «conectan con tu ser interior», porque muchas lo que hacen es decirte cómo es ese ser interior. Y ahí tu «yo» se pierde en un mar de idealismos inalcanzables.
Así pues, como primera medida, te propongo que hagas un escrito en el que describas quién eres.
Tras escribir, tómate un respiro y al día siguiente lee lo que has puesto.
Si ves que lo que escribes es una «repetición de los preceptos de tu corriente espiritual»… me temo que te has «des-conectado de ti mismo» para tratar de ser: perfecto, iluminado, puro, lógico, espiritual, trascendido, bueno, real, esencial, etc.
¡Ese no eres tú!
Recuérdalo.
Así pues, el segundo paso, tras reconocer esto, es volver a conectarte con lo que eres: un ser humano normal, con sus deseos, expectativas de futuro, gustos, pasiones, habilidades, intereses, defectos, necesidades, punto débiles, etc.
En un próximo post hablaremos de esto y mucho más.
Mientras tanto, si tienes ganas de hacer el ejercicio para empezar ya a re-construir un propósito propio para tu vida, entonces…
¡Bienvenido de nuevo al mundo real!
Está claro que estás empezando a salir de tu letargo existencial.
Tu gran crisis personal está ya tocando a su fin ¡enhorabuena!
De aquí en adelante, te sentirás de nuevo con ganas de pasar a la acción, de hacerte cargo de tu vida y de volver a ocuparte de definir y sembrar tu camino.
Será un placer para mi acompañarte en este viaje 🙂
CONCLUSIÓN BY SANDRA GONZALEZ
No es lo mismo conectarse con el propósito que «un otro» te ofrece que construir tu propio propósito de vida .
En propósito propio, no solamente te da plenitud y auto-realización, sino que te libera de seguir tratando de ser algo que no eres.
Tomar un propósito «prestado» por una corriente espiritual está muy bien durante una temporada, pero si ves que «algo no encaja» quizás sea hora de mover ficha.
No olvides dejarme tus comentarios más abajo,
¡Me encantará leerlos!
Un abrazo!
Sandra.
Soy Sandra Gonzalez, Coach, Experta en BioComportamiento® y formadora en Marketing Online. Ayudo a personas con ganas de reinventarse profesionalmente para que puedan emprender en aquello que más les apasiona: el Desarrollo Personal.
Si quieres saber cómo puedo ayudarte a construir tu reinvención personal y profesional a través del Emprendimiento, súmate a mi nuevo programa «HAZTE PRO», mira aquí lo que he preparado para ti 🙂
2 Comentarios
Ha sido muy nutritivo y clarificador, muchas gracias Sandra ! Saludos desde Argentina
Un gran abrazo desde España Alejandro, gracias por tu comentario 🙂