Una cosa es pensar hacia dónde ir para salir de tu crisis de los 30 (o 40) y otra cosa es ponerte manos a la obra para volver a empezar y averiguar cómo cambiar tu vida por completo. Estos son los 3 pasos que no te puedes saltar.
Salir de una crisis vital implica aclarar qué es lo que quieres hacer de aquí en adelante, y para ello tienes numerosas herramientas, como el Ikigai para saber hacia dónde dirigir tu carrera laboral, o un ejercicio de preguntas aclaratorias donde revises tus valores, lo que echas de menos en tu vida, etc.
También puedes echar mano de herramientas como el Visual Board para aclarar tus proyectos y tu Visión de futuro.
O incluso hacer un estudio de cuál es tu Misión para tratar de averiguar cómo transformar tu vida.
El problema es que jugar con todas estas herramientas no te servirá de nada si después no tienes en cuenta las 3 cosas más importantes…
¡Mira este video para poner la suerte de tu parte! 😀
«Cómo cambiar de vida, tras pasar por la crisis de los 30 (o 40)»
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Transcripción del Video: Cómo cambiar tu Vida, tras la crisis de los 30 (o 40).
Bien, como te decía para transformar tu vida hay tres cosas que muchos idealistas no toman en cuenta, y que son ineludibles a la hora de empezar de nuevo, tanto en lo personal como en lo profesional.
Vamos con la primera: Para transformar tu vida y volver a empezar,
Clave nº1) Debes arriesgarte.
¡Es lo que hay! No le des más vueltas, porque No hay forma de eludir esto.
Cambiar de vida comporta un riesgo, si o sí.
¿Qué riesgo? El riesgo de terminar con tu etapa anterior y de no poder volver atrás después.
Lo cual, por cierto, debería de ser un alivio para ti, porque si quieres transformar tu vida es que muy genial… no es, pero por alguna razón incomprensible, eso te da miedo.
Si. Somos así de raritos. El caso es que, sin ese riesgo no hay victoria tampoco, por tanto… según como yo lo veo, el éxito es un riesgo en sí mismo.
Ahora bien, si lo piensas, en realidad, todos los días te enfrentas a nuevos riesgos.
Lo que pasa es que todos tendemos a tener una falsa sensación de control, en nuestras vidas, que precisamente por ser falsa, puede irse al garete en cualquier momento.
Y la gente que se da cuenta de esto, es aquella a la que la vida ya le ha dado un duro golpe que no esperaba y que le hizo entender que en realidad, nunca estamos a salvo de que algo que no deseamos ocurra.
En realidad, La vida es un riesgo en si mismo.
Así pues, hay gente que de pronto contrae una enfermedad muy grave que pone en peligro su vida, o bien, gente a la que se le muere un ser querido de forma repentina, o personas que sufren un grave accidente, y a todas estas personas, lo que les ocurre después es que no pueden seguir con su vida tal y como la estaba viviendo hasta ese momento.
Y al final se acaban dando cuenta de forma muy contundente de que en realidad no tenemos ningún tipo de control, que tener miedo de arriesgar tu aburrida, o frustrante, o desmotivante vida actual es casi… estúpido, porque en cualquier momento puede irse al garete, de todas formas.
Y cuando te das de cuenta de esto, cuando tomas verdadera conciencia de que al fin y al cabo la supuesta estabilidad (aburrida y frustrante estabilidad) que tienes ahora, en realidad no es estable en absoluto, sino que es una ilusión, entonces, es cuando por fin te animas a lanzarte a lo desconocido.
Y es que, aquellas personas que han pasado por experiencias vitales fuertes, son las que no le ven sentido a quedarse quieto y agazapado viendo la vida pasar por delante de sus narices, porque saben con certeza que al fin y al cabo nada está asegurado. Así es que se lanzan y van a por sus sueños.
Bueno, pues, a lo que yo te invito hoy es a que seas inteligente. A que, si tienes la gran suerte de que no te ha pasado nunca nada tan grave como para cambiarte por completo tu perspectiva de la vida, que aproveches esa buena suerte y que aproveches que no está ocurriendo nada grave en tu vida ahora, para aprender más livianamente de aquellos que si les ha pasado.
Lee sus historias, toma a este tipo de personas como ejemplos a seguir de superación personal. Toma la experiencia que ellos han tenido que pasar, y aprende de ella para tú también lanzarte de una vez por todas a por tus sueños y objetivos.
Hay multitud de personas ahí fuera que les han pasado cosas que para nosotros serían terribles, y que han sabido salir adelante y ahora se arriesgan, se lanzan a por esa nueva vida. Y tú tienes la gran suerte de que puedes hacer lo mismo, sin necesidad de volver a empezar tu vida, desde una situación precaria o terrible.
Puedes dar los primeros pasos hacia tu nueva vida, desde una situación de comodidad y de cierta estabilidad. La cuestión es ¿por qué no estás aprovechando esa buena suerte que tienes?
Así es que, ¡Atrévete! Prueba a arriesgarte de forma inteligente, con el mínimo riesgo posible.
No es necesario que te vuelvas un kamikaze, en realidad, seguramente podrías tomar un montón de acciones hoy mismo para hacer un gran cambio sin que estas representaran prácticamente ningún riesgo para ti, y tu aburrida estabilidad actual.
Así pues, al final, de lo único que debes hacer acopio es de un buen plan. Uno que reduzca al mínimo tu probabilidad de acabar realmente mal.
Con un buen plan se acaba la tontería de “y si me saliera mal”, es que me da miedo perder todo lo que he construido hasta ahora (y que odio por cierto, jejeje), simplemente sigue el plan y si algo sale mal, vuelve a hacer un nuevo plan. ¡y Listo!
Lo importante es que des pequeños pasos, pero pasos, es decir, acciones concretas, hacia ese sueño que tienes desde hace tiempo, y que te tiene horas y horas imaginando, anhelando y deseando otro tipo de vida.
Solo de esta manera podrás vivir el resto de tus días sabiendo que querías otra vida y que, contrariamente a la mayoría de la gente, ¡fuiste a por ella!
Vamos con la segunda clave:
Clave nº2) Lleva a cabo las decisiones que has tomado.
Es decir, tomar la decisión de cambiar tu vida ya es un gran paso, pero no sirve de nada si luego no eres consecuente con esa decisión y te lanzas a implementar esa eleccón en tu vida.
Así pues, mucha gente directamente no toma la decisión de emprender, por ejemplo, porque en realidad NO saben cómo pasar a la acción.
De ahí la necesidad de, tras tomar la decisión de cambiar tu vida o de emprender, lo primero que necesitas hacer es crearte un plan.
Fíjate en esto.
Una vez que tiene un plan, lo único que debes hacer es seguirlo. Con lo cual se acaba toda esta cuestión de:
– es que no sé por dónde empezar
o, – es que cómo se hace, o – es que no soy capaz de aclararme, estoy bloqueda.
Todo esto desaparece cuando tienes un plan.
Y ojo porque quizás, dicho así, suene obvio y te estés diciendo, bueno ya, ya sé que me hace falta un plan, Sandra, es obvio.
Vale, pues si es obvio, dime ¿dónde está tu plan? Y si ya lo tienes… ¿es un plan bien estructurado, con fechas, hitos y tareas colocados en un calendario, con indicadores o métricas que te permitan medir tus avances? , ¿está conformado de forma estratégica para maximizar el éxito de tu objetivo? ¿es lo suficientemente detallado como para que sepas que debes hacer cada mes, cada semana, cada día, y cada una de las horas que vas a dedicar a tu proyecto?
Porque si tienes un plan, pero no está bien planteado… es normal que te esté costando pasar a la acción. Es normal que tengas dudas, y es normal que te sientas paralizado.
Necesitas trazar un plan, un camino, con metas, hitos y tareas específicas, así como fechas a cumplir.
Y si no tienes un plan, o no sabes cómo hacerte tu propio plan de emprendimiento, o un plan para hacer un gran cambio en tu vida… ¡busca ayuda de alguien que sepa cómo se hace! Es así de simple.
Yo no sabía cómo emprender y montar mi consulta de coaching online en 2012. Y di más vueltas que un pulpo en un garaje, ¿por qué? Porque yo soy una kamikaze, yo me lanzo, soy una idealista de las que se lanzan precisamente por exceso de idealismo. Yo me decía: esto es muy bonito, seguro me sale bien, ya voy a ir viendo sobre la marcha como va.
Obviamente que me pegué varios tortazos!
Me arruiné, tuve que ponerme a trabajar de nuevo por cuenta ajena, después volví y me pegué otra castaña de nuevo, y al final llegué a la conclusión de que:
– No basta con ser idealista y desear mucho algo. También hay que ser inteligente. Y ser inteligente implica lanzarse, si, pero ¡con un buen plan!
Por eso contraté a mentores. Profesionales que ya habían conseguido lo que yo anhelaba alcanzar y que podían indicarme el camino. Porque no basta con querer un cambio de vida, con tener un propósito o soñar con cumplir tu misión en la vida, eso no basta! Luego hay que hacerlo realidad.
Por tanto, recuerda esto, una vez has tomado tu decisión, toca pasar a la acción.
Puedes hacerlo en soledad, puedes hacerlo de la mano de un guía o mentor, pero al final, si o si, debes llevar a cabo las decisiones que has tomado.
Bien, así pues, si eres una persona idealista, y NO te imaginas viviendo el resto de tus días, en una vida que no te corresponde porque no tiene nada que ver contigo, y además las premisas anteriores, lejos de desanimarte, han hecho crecer en ti las ganas de ponerte ya con tus metas, entonces aquí va la tercera clave:
Clave nº3) La incertidumbre se combate con los aprendizajes.
Tu propia capacidad de aprender a través del prueba-error.
Inteligente, no? 😉
Veamos esto.
¿Qué haces siempre que te enfrentas a algo nuevo?
Pruebas, ¿no?
Desde que inicias tu incursión en un deporte nuevo, hasta cuando haces por primera vez una receta de cocina. En ambas situaciones haces acopio primero de un buen plan:
– ah, si, esto es lo que voy a practicar hoy, esta es la receta que voy a hacer hoy, y después lo que haces es “intentarlo”, es decir, pruebas.
Si es la primera vez que haces eso que tienes entre manos, obviamente hay mucha incertidumbre y lo más probable es que te equivoques, metas la pata y cometas errores. Ok.
Y qué haces después?
Te mueres?
La Tierra deja de girar?
¿Colapsa el universo?
Nooo! 😉
Lo que ocurre después es algo mágico: APRENDES!!
Y es automático. Metes la gamba y ¡wooooww!, de pronto aprendiste que ese no es el camino. Ok, muy bien, ¡enhorabuena!
Así es que, qué haces después?
Te mueres?
La Tierra deja de girar?
¿Colapsa el universo? 😉
¡Noooo! simplemente lo vuelves a intentar otra vez, de una manera distinta.
Y qué es lo peor que puede pasar? Pues que tras 25 intentos, de pura incertidumbre, por fin .. lo consigas! ……
Si, pero es que confundirme 25 intentos… snif snif snif!
Oh si, qué terrible no? que es que me equivoqué 25 veces pero ahora tengo la vida que quiero, encontré mi carrera ideal, donde puedo realizarme y sentir pleno, oh qué horrible!! Es realmente descabellado, verdad? ;D
Entonces, ¿cuál es tu excusa para seguir usando la incertidumbre como justificación para no actuar? Piensa, piensa. ¿Sabes qué? En realidad, ¡no la hay!!
Vamos a ver, responde lo más rápido que puedas a esta pregunta. Hazlo sin pensar. Escucha y automáticamente responde lo primero que te venga a la cabeza.
¿Cuántos ensayo-error de pura incertidumbre estarías dispuesto a pagar como precio por alcanzar tu nueva vida?
Bien, si has contestado: – Los que sean necesarios! Entonces, el emprendimiento, es para ti.
Si no, me temo que quizás lo único que estés buscando es un poco más de felicidad y comodidad en tu vida, y no un trabajo que te de plenitud y auto-realización. Tenlo en cuenta para no seguir perdiendo el tiempo.
Perder el tiempo para mi es:
- perseguir algo que en realidad resulta que no deseas tanto, como para dejarte la piel, arriesgarte y hacer lo que tengas que hacer para conseguirlo. o
- estar dispuesto a todo lo anterior, pero retrasarlo sin cesar, con la típica excusa de “dentro de unos meses”, “mejor el año que viene”, etc. Estás perdiendo el tiempo y auto-engañándote porque no estás ocupándote de atravesar tu miedo a la incertidumbre.
En conclusión.
Ser idealista y tener grandes sueños para tu vida está muy bien. Pero de nada te sirve ser soñador, haber hecho un montón de trabajo interior y crecimiento personal, si luego no haces nada para transformar tu vida.
Mi recomendación es que no seas solamente un idealista, sin más. Sé inteligente también. Aprende a actuar, a pesar de tu miedo a la incertidumbre, aprende a comprometerte con tus metas a través de un buen plan, aprende a tomar decisiones teniendo siempre a mano un plan B, y finalmente aprende a construir tus nueva vida aprendiendo de tu “ensayo-error”.
Y sobre todo, no pierdas el tiempo.
Espero que estas 3 claves arrojen luz a qué es lo que puedes empezar a hacer a partir de hoy, y con ello logres dar el paso, por fin, hacia la vida que deseas.
Te leo en comentarios 🙂
¡Un abrazo enorme!
Sandra.