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 Nota: Este post es una traducción del artículo A Method to Find Balance, de Léo Babauta. Por tanto, es él quién se expresa como “yo” a continuación.

A pesar del título insípido de este artículo, el equilibrio entre la vida personal y la vida profesional se considera un mito.

Evidentemente, trabajamos demasiado, no tenemos tiempo para todas las demás cosas que queremos hacer, estamos siempre fatigados, comemos lo que nos es más cómodo en lugar de alimentos nutritivos, no tenemos nunca tiempo para estar en soledad…pero, ¿esta la vida que quieres?

Vale, puede ser que sea necesario un ligero ajuste. El trabajo, la vida, el aprendizaje, las relaciones y la salud son de hecho lo mismo, y por tanto «equilibrio» no es quizás la mejor palabra, pero ajustar tu vida en función de tus prioridades no es algo descabellado.

Un amigo me ha pedido, recientemente, cómo encontraba el equilibrio entre mi vida personal y mis proyectos, y esto me hizo hacer una pausa y reflexionar. Y esta pausa, y la reflexión son la verdadera clave de todo esto.

Este es, por tanto, el método que utilizo:

1.  Haz una pausa regularmente. En nuestras vidas, estamos tan ocupados y atascados en todo lo que hacemos que no dejamos sitio para la reflexión. Hago pausas regularmente en mi vida, de manera que pueda tener un poco de espacio para reflexionar. ¿Qué tipo de pausas? Utilizo la meditación por la mañana, bebo el café de la mañana con mi libreta de notas, mi ducha matinal, camino en soledad, tomo té o corro o la hago en compañía de mi mujer o de un amigo, para tener espacio para reflexionar acerca de mi vida. Haz pausas regularmente para dejar espacio.
2. Coge perspectiva. Cuando haces una pausa, coge perspectiva para alejarte de una visión más limitada y tener una visión de conjunto. ¿Qué estás haciendo con tu vida? ¿Qué tipo de persona quieres ser? ¿Tomas decisiones globales? ¿Cuáles son tus prioridades? ¿Vives en consonancia con esas prioridades? No tendrás tiempo de pensar sobre todas estas preguntas en cada pausa, pero utilízalas para hacer este tipo de reflexiones.
3. Reajusta. Cuando te des cuenta de que has pasado demasiado tiempo delante del ordenador, y demasiado poco con tus hijos o con otras personas a las que quieres, toma nota. Cuando te des cuenta de que algunos proyectos importantes se te han quedado atrás, o que no tienes tiempo para hacer deporte, o que tu dieta se ha ido al infierno y nunca más volvió, toma nota. Piensa en los ajustes que podrías hacer.
4. Ahora, realmente crea (busca) tiempo. Tomar nota y hacer ajustes mentales está genial, pero es inútil si no hay acción. ¿Qué tipo de acciones puedes emprender para ajustar la manera en que gestionas realmente tu tiempo? Crea un compromiso en tu agenda. No uno que dejarás de lado cuando llegue el momento y que usarás para pasear por tus sitios preferidos de la red. Sino un compromiso que mantendrás. Por ejemplo, si quieres hacer deporte, queda con un amigo regularmente para correr o hacer musculación en el parque o ir a un curso o a un gimnasio en el cual estés inscrito desde hace 11 meses y al que no has ido nunca. Queda regularmente. Si quieres trabajar en un proyecto, reserva un momento para ir a un salón de té o biblioteca durante 3 o 4 horas para trabajar en ese proyecto. O reserva toda una semana de trabajo para tu novela. Háblalo con alguien, y aún mejor compromete a llevarle tu trabajo al final de la semana (o el tiempo que hayas acordado para ello). Reserva tiempo, de forma constante.

Este es el método. Cuatro etapas, realizadas regularmente.

La vida es un reajuste constante. Es tu capacidad para reajustar conscientemente las cosas lo que marca la diferencia.

CONCLUSIÓN BY SANDRA GONZALEZ

Buscar equilibrio entre las distintas áreas de tu vida, por ejemplo profesional y personal, es un hábito que necesita entrenamiento, como cualquier otro. Y desde luego que la vida no te lo va a poner fácil, es decir, no ocurrirá a menos que te responsabilices y tomes la decisión de crear ese nuevo equilibrio más adecuado para tu bienestar y tus relaciones.

Por tanto, mi recomendación es que te focalices sobretodo en el concepto de «coge perspectiva» que explica muy bien Léo en este artículo. Es decir, pregúntate qué es realmente prioritario en tu vida y qué precio estás pagando por no tomar acción en reordenar tus proyectos y tus metas. Probablemente esto te dé la energía y motivación necesaria para entrar en acción.

Toma conciencia, y actúa.

Soy Sandra Gonzalez, experta en Autoconfianza y Motivación Laboral. Ayudo sobretodo a mujeres trabajadoras a sentir más confianza en si mismas para que logren recuperar la motivación y el bienestar en su trabajo, mientras aprenden a alejarse del agobio, las preocupaciones y el estrés propios del entorno laboral.

Si quieres saber cómo puedo ayudarte a adquirir y mantener nuevos hábitos más saludables y coherentes con la vida que deseas, mira aquí lo que tengo preparado para ti 🙂

Ah! y no olvides compartir este post con aquellas personas que creas puedan estar interesadas, nos vemos más abajo en Comentarios.

Un abrazo!