Sinopsis: Leo Babauta, autor del exitoso blog ZenHabits, es considerado un gurú que ha unido a la perfección las teorías de productividad más efectivas, los avances de la era 2.0 y el minimalismo zen. Identificando lo esencial y siguiendo sus propios consejos ha conseguido cambiar completamente su vida. Las claves son: potenciar la concentración focalizada; crear nuevos hábitos progresivamente; establecer límites realistas para sentir la satisfacción de alcanzar metas; hacer menos y, a la vez, lograr más. Empieza en pequeño. Con un libro en tu bolsillo.
Autor: Leo Babauta – Ed. Planeta – 253 páginas
INTRODUCCIÓN
Vivimos en un mundo que se mueve tremendamente rápido, estamos saturados de información, recibimos un sin fin de correos electrónicos, tenemos una larga lista de ocupaciones y las exigencias de nuestra vida diaria nos lleva a tener una alta carga de estrés, que hace que llevemos una forma de vida que quizás no sea del todo satisfactoria.
Leo Babauta nos propone la siguiente solución: poner límites a la cantidad de cosas que consumimos y hacemos, seleccionando en cada jornada solamente aquellas tareas que van a tener un mayor impacto en nuestra vida, para alcanzar nuestros objetivos personales y profesionales sin el estrés de tener que hacerlo todo a la vez.
Su sistema radica en hacer elecciones ateniéndonos a dos puntos que marcaran la base de todas las estrategias que nos propone en este libro:
- Identificar lo esencial
- Eliminar el resto
Cuenta que hace unos años su vida estaba sumida en un caos de deudas, falta de equilibrio personal-laboral, altos niveles de estrés, sobrepeso, mala salud, falta de ejercicio. En aquel entonces se sentía infeliz ya que no tenía tiempo para ocuparse de las cosas que le agradaban. Entonces tomó la decisión de simplificar su vida y hacer cambios positivos. Enfocándose en cada meta que se proponía de forma individual, y mientras no alcanzaba su primera meta no pasaba a la segunda, así sucesivamente hasta que tras unos años consiguió:
- Empezar a correr.
- Comenzar una dieta mas saludable
- Volverse organizado y productivo
- Empezar “Zen Habits”, un exitoso blog
- Liberarse de sus deudas
- Escribir y vender libros exitosos
- Renunciar a su trabajo y trabajar en casa
- Publicar este libro
Todo esto y mucho más, dando pequeños pasos y haciendo sólo una cosa a la vez.
PRIMERA PARTE: LOS PRINCIPIOS
Por qué lo simple es poderoso
Dado que un día cuenta con un número limitado de horas, muchas personas intentan buscar maneras de comprimir más actividades dentro de su jornada para manejar su tiempo de forma más efectiva y productiva. Para Leo esto es sinónimo de perder calidad en lo que estás haciendo, dedicar horas a cosas que en realidad seguramente carezcan de verdadera importancia y aumentar los niveles de estrés.
El poder de lo simple que Leo nos propone se basa en 6 principios, de los cuales los dos primeros son:
Principio 1. Al establecer limitaciones se tiene que elegir lo esencial. Por lo tanto, aprende a marcarlas en todo lo que hagas.
Principio 2. Al elegir lo esencial se genera un gran efecto con recursos limitados. Escoge siempre lo esencial para maximizar tu tiempo y energía.
Al escoger hacer cada día las cosas que tengan un mayor efecto en nuestras vidas y para alcanzar nuestros objetivos, estaremos más cerca de conseguir:
- Un reconocimiento duradero
- Ganar mucho dinero con el tiempo
- En términos empresariales, una mejor rentabilidad, posicionamiento de marca, expansión a nuevas áreas, etc
- Cambiar tu carrera o tener el potencial de hacerla progresar considerablemente
- Cambiar tu vida personal de forma notable
- O aportar algo a la sociedad o humanidad en general
El arte de establecer límites
No establecer límites en nuestras vidas puede llevarnos a un exceso de ocupaciones, desorden, falta de eficiencia, así como diluir nuestro poder y dispersarnos demasiado.
Sin embargo, podemos pasar a una vida con límites cuyos beneficios serían:
- Las cosas se simplifican. La vida se vuelve mas manejable y menos estresante
- Hace que estemos mas centrados, enfocando la energía en un menos número de cosas
- Nos centramos en lo importante para nosotros y nuestra carrera
- Nos ayuda a llevar las cosas a término, concluirlas
- Le demuestra a los demás que nuestro tiempo es importante
- Nos hace más eficientes, al realizar menos trabajo improductivo y de poco valor.
Para empezar sería muy útil listar aquellas áreas en las que tengas cierta sobrecarga y que te gustaría mejorar, por ejemplo: el correo electrónico, las tareas diarias, la cantidad de tiempo que hablas por teléfono, el número de proyectos que tienes, la cantidad de tiempo que pasas en internet y demás.
Elegir lo esencial y simplificar
Leo nos explica que en su opinión los sistemas de productividad nos dicen cómo hacer las cosas de manera rápida sin tratar de entender cuáles son las que uno debería estar haciendo, pero lo malo es que uno puede acabar por hacer todo lo que le encarguen y quedar a merced del flujo de tareas e información que recibe por parte de los demás.
La cuestión es cómo saber qué es lo esencial. Al inicio puedes formularte las siguientes preguntas para hacer tu lista:
- ¿Cuáles son tus valores? Aquellos principios que son más importantes para ti.
- ¿Cuáles son tus metas? Lo que deseas lograr el próximo año o el próximo mes.
- ¿Qué te agrada? Piensa en lo que te gusta hacer, con quién te gusta pasar el tiempo.
- ¿Qué tiene importancia para ti? Las cosas más importantes en tu trabajo o cualquier área de tu vida
- ¿Qué tiene un mayor impacto? De todas las tareas que tengas que hacer, piensa en cuál provocará un mayor impacto en tu vida o carrera: ¿hacer unas llamadas, o preparar una reunión? piensa en el efecto que tendrán.
- ¿Qué tiene un mayor impacto a largo plazo? Pues hay diferencia entre la magnitud de un efecto y su valor a largo plazo. Por ejemplo una reunión comercial puede traer miles de euros, pero una campaña de marketing mucho mas.
- Necesidades frente a deseos. Este es un buen criterio cuando debes decidir si gastar dinero o no en algo.
- Elimina lo no esencial. Si te cuesta identificar lo esencial puedes hacerlo al revés y tachar lo que no es esencial.
- Proceso continuo de revisión. Como generalmente en el primer intento no solemos reducir toda la lista a lo exclusivamente esencial, podemos ir haciendo reajustes con el tiempo hasta llegar al nivel que nos haga feliz.
Aquellas áreas sobre las que podrías incidir a la hora de elegir lo esencial son por ejemplo el número de: compromisos, metas anuales, proyectos y tareas laborales, correos electrónicos, aparte de esto también las finanzas y el desorden. Lo aconsejable es hacer un examen periódico a medida que vayamos acumulando cosas, o que tus valores y metas cambien.
El tercer principio en el que se basa “el poder de lo simple” es:
Principio 3. Simplificar o eliminar lo no esencial.
Y es que, una vez que has identificado qué es lo esencial, la tarea de simplificar consiste en eliminar lo no esencial, que aunque en teoría pudiera parecer un paso fácil puede que no nos resulte sencillo, pues podemos sufrir las presiones de otras personas que pueden considerar que esas tareas si son esenciales para ellos y entonces tendremos que entrenarnos para aprender a decir “no”.
Simplificar la concentración
El cuarto principio en el que se basa “el poder de lo simple” es:
Principio 4. La concentración es la herramienta más importante que tienes para ser más eficiente.
Y es que concentrarse en menos, en una meta única, en una tarea única nos vuelve más eficientes y productivos. Este poder de la concentración se puede utilizar de diversas maneras:
- Concéntrate en una meta. Te permitirá mantenerte firme hasta adoptar un nuevo hábito por ejemplo, o maximizar las probabilidades de alcanzarla.
- Concéntrate en el ahora. Esto te permitirá reducir el estrés que supone centrarse en el pasado o el futuro, y disfrutar más de lo que haces en cada momento.
- Concéntrate en la tarea que tienes entre manos. Será más fácil entrar en un estado de fluidez y concentración total.
- Concéntrate en lo positivo. Ser consciente de tus pensamientos permite reemplazar los negativos por los positivos.
El establecimiento de nuevos hábitos y el reto del poder de lo simple
El quinto principio en el que se basa “el poder de lo simple” es:
Principio 5. Establece nuevos hábitos para generar mejoras duraderas.
La única manera según Leo de establecer nuevos hábitos es, como no, aplicando el poder de los simple: concéntrate en un hábito a la vez, durante todo un mes, sino te sentirás abrumando y tu concentración se diluirá.
En primer lugar selecciona un hábito para el reto, luego escribe tu plan con una meta para cada día, cómo y cuándo lo harás, etc, intenta empezar por algo fácil y que sea mensurable. Puedes divulgar tu meta en público, y rendir diariamente sobre tu progreso apuntándote por ejemplo a un foro o grupo en línea. Y no te olvides de !celebrar el nuevo hábito!
Empezar en pequeño
El sexto principio en el que se basa “el poder de lo simple” es:
Principio 6. Comienza los nuevos hábitos haciendo pequeños incrementos para asegurar tu éxito.
La mayoría de la gente se entusiasma mucho a la hora de implementar un nuevo sistema de productividad o comenzar a hacer ejercicio, así que empiezan con objetivos muy ambiciosos. Lo que ocurre después es que al cabo de dos semanas la motivación se agota y la meta fracasa.
Si empiezas en pequeño conseguirás cualquier meta que te propongas, porque no estarás abarcando demasiado, mantendrás activa la energía y el entusiasmo por más tiempo, será más fácil de manejar y además el cambio gradual es más duradero.
SEGUNDA PARTE: EN LA PRÁCTICA
Simplificar las metas y los proyectos
El poder de los simple es perfecto para alcanzar metas: pues acometer varios objetivos a la vez diluye la energía y la motivación, por eso es mejor limitarse a un menor número de ellas y lograremos más.
El sistema de la meta única se basa en:
- Elegir una meta. Hazte una lista de cosas que deseas lograr en los próximos años, y para empezar escoge aquella que deseas con más intensidad. Lo ideal es que pueda completarse en el espacio de 6 meses a 1año.
- Divídela en una submeta. Una vez tengas tu meta única, el paso siguiente es enfocarte en una submeta que puedas cumplir antes de los próximos dos meses. Esto se hace para para evitar agobiarse por la magnitud y vaguedad de una meta demasiado a largo plazo.
- Meta semanal. Cada semana crea un objetivo semanal que te ayude a acercarte a tu submeta.
- Acción diaria. Y cada día, elige una acción que te acerque más a tu objetivo semanal y haz que sea la primera tarea del día, así de mantendrás enfocado y evitarás posponerlo cuando surjan cosas más urgentes.
En cuanto a los proyectos, Leo nos sugiere que esbocemos una lista de proyectos que incluyan tanto los que pertenecen al área del trabajo, como personales y domésticos, con asociaciones, etc. Un proyecto por lo general es algo que exige realizar varias tareas para ser terminado. Puede ser que te salgan entre 10 o 20.
Ahora escoge solamente los 3 proyectos principales de la lista, los que sean más importantes para ti y para tu vida, y a esta lista la llamaremos tu “lista simplificada de proyectos”, mientras que el resto se irán a la “lista en cola”. De manera que un proyecto no pasa de esta última lista a la primera, si antes no se han terminado los 3 proyectos más importantes. Lo ideal sería que uno de esos 3 proyectos estuviera relacionado con tu meta única.
Por otro lado, debes enfocarte en la conclusión de los proyectos, cada día enfócate en hacer avanzar tu proyecto: ten en mente un resultado, realiza las tareas necesarias para llevarlo a cabo y reevalúa tu progreso, esto es, revisa tu proyecto una vez por semana para ver qué es necesario hacer todavía y cuánto has avanzado.
Puede ser que no tengas el control sobre tu lista de proyectos si trabajas a las órdenes de un jefe, en ese caso Leo nos recomienda lo siguiente:
- Redacta tu propia lista de proyectos. (si tu jefe no es un maniático del control)
- Dilación. (pídele prórrogas a tu jefe si te insiste en llevar más de 3 proyectos a la vez, dile que los demás se retrasarán un poco)
- Cuéntale a tu jefe tu sistema. (explícale el por qué y si es necesario enséñale este libro)
- Pídele a tu jefe que elija. (esto es, que sea él el que escoja los 3 proyectos, y si aún así no está de acuerdo Leo recomienda que reflexiones si sería bueno buscar nuevas opciones laborales)
Simplificar las tareas
Una vez definidas las metas y los proyectos, debemos pasar al nivel de las tareas. El poder de lo simple funciona en este nivel escogiendo las 3 TMI: Tareas Más Importantes, cada día. No importa el número de cosas que se hagan en un día siempre y cuando hayamos cumplido primero con las 3 TMI (mejor a primera hora de la mañana, antes de ninguna otra cosa), y la clave es que al menos una de estas tareas debe estar por supuesto relacionado con una de mis metas, eso asegura que todos los días estoy haciendo algo para alcanzar mis objetivos. Es importante recalcar que esas tareas deben ser pequeñas, para que no nos abrumen y tengamos la tentación de pasar a otra cosa.
Simplificar el manejo del tiempo
Algunas personas son muy organizadas y cumplen al pie de la letra sus horarios, y otras planean sus horarios pero luego no los cumplen. La solución es no complicar el manejo del tiempo y evitar tener horarios complejos.
- Lo primero es conocer tus prioridades y decidir a primera hora qué quieres hacer ese día. Luego halla la concentración necesaria para llevarlas a cabo, y ve de una en una.
- Reduce el número de tareas. Concéntrate en aquellas que te darán un mayor beneficio.
- Procesa tus tareas por bloques. Ejemplo: haz todas las llamadas seguidas, revisar todos los correo seguidos, etc.
- Utilizar herramientas simples para administrar el tiempo. Calendario en línea y una libreta para hacer listas de TMIs
Simplificar el correo electrónico
El correo electrónico si nos agobia, puede alejarnos de las tareas importantes, por eso Leo nos invita a minimizar la cantidad de tiempo que le dedicamos al correo electrónico: simplificando y estableciendo límites.
- Redacta una lista de todas las vías por las que recibes información. (ordenador y también información impresa)
- Evalúa cada una de ellas para ver si te aporta valor.
- Busca maneras de combinar o eliminar bandejas de entrada. (si tienes varios servicios de correo, agrúpalos)
- Limita el número de veces al día que revisas el correo.
- Ponte un horario para hacerlo. (en función de tus necesidades)
- No revises el correo a primera hora de la mañana. (podrías quedarte “enganchado” y no realizar tus 3 TMI)
- Desconecta las notificaciones de correo electrónico. (para que no te interrumpan)
- Para ceñirte a este hábito, conviértelo en una prioridad durante 1 o 2 semanas.
Por otro lado para reducir el número de correos que recibes puedes utilizar un servicio con filtro de mensajes indeseados, también es útil crear filtros para enviar mails de tratamiento similar a una misma carpeta y trabajar por bloques. Si recibes mails con chistes estúpidos, haz saber a sus dueños que estás intentando disminuir tus correos entrantes o crea un filtro para ellos.
Una vez que lleguen sólo correos esenciales a tu bandeja, el truco es vaciarla en el menor tiempo posible:
- Si tu bandeja está muy llena, crea una carpeta temporal “para archivar” y revisarlos en periodos de 30 minutos, hasta abarcar su totalidad. Así comenzarás ya con una bandeja vacía.
- Para mantener tu bandeja vacía, mantén un sistema externo de cosas por hacer. Si un mail te va a llevar a hacer una acción que se alargará en el tiempo, en lugar de dejarlo en la bandeja de entrada, archivalo y anota la acción en tu lista de cosas por hacer.
- Procesa con rapidez, cada vez que abras un correo si la acción te lleva 2 o 3 minutos, hazla de inmediato, sino archiva el mail y apuntalo en tu lista de cosas por hacer, o reenvíalo o elimínalo.
- Sé generoso en la tecla de suprimir, limita tu energía y tiempo en contestar correos que sean importantes.
- Procesa hasta terminar, no te limites a mirar un mensaje y a dejarlo allí. Vacía la bandeja de entrada.
Para dedicarle menos tiempo al correo es muy útil aprender a responder o escribir mails de un máximo de 5 líneas, o 7 oraciones, tú decides, pero lo ideal es que te permita ceñirte a expresar sólo los conceptos básicos.
Internet Simple
Con tantas posibilidades que nos brinda internet no es de extrañar que desperdiciemos mucho tiempo navegando por él. Para evitar esto es importante aplicar limitaciones.
Para tomar conciencia primero, Leo nos invita a registrar el uso que hacemos de internet durante 3 días, para ello puedes utilizar una herramienta como Toggl, yaTimer o Tick, así te harás una idea de cómo inviertes tu tiempo realmente.
En segundo lugar para hacer un plan de tu uso simple de internet lo idea es que aclares tus verdaderas necesidades ¿qué usos de Internte son claves para tu trabajo? ¿cuándo necesitas usar esa páginas y con qué frecuencia? ¿cuáles son tus páginas de ocio?
Y en tercer lugar es importante que identifiques cuáles son las tareas que necesitan más concentración y durante las cuales sería beneficioso trabajar sin conexión para evitar tentaciones. Podrías ponerte un horario sin internet, una hora al día o más. Te sorprenderá ver cuánto trabajo sacas adelante.
Para mantenerte alejado de las distracciones si eres algo adicto puedes utilizar sencillos trucos como por ejemplo: premiarte, si tienes éxito manteniendo tu plan de alejamiento de internet concédete un regalo que te motive. Cuando te venga el impulso de entrar en alguna página, respira profundamente, toma agua, camina y déjalo pasar. Convierte esta meta en tu prioridad máxima durante una semana para acostumbrarte.
Simplificar los archivos
La clave para tener un escritorio libre de papeles amontonados es tener un sistema simple para organizarlos y adoptar la costumbre de usar ese sistema de modo inmediato y automático.
- Reduce antes de organizar. Elimina todo lo innecesario, para ello ponlo todo en un montón grande, revisa cada documento de uno en uno, canaliza aquellos papeles que puedas delegar a otras personas y por último archiva sólo aquello que vayas a necesitar.
- Ten archivos simplificados. Que sea simple y por orden alfabético, no le des muchas vueltas, simplemente créalo.
- Archiva de inmediato. Es la clave para mantener al día tu sistema de archivo, no apiles nada, sólo archivalo al momento, te llevará apenas unos segundos y lo tendrás localizado para cuando lo necesites.
- Mantén los materiales a mano. Ten siempre disponibles carpetas y rotuladores para crear nuevos archivos.
- Reduce tus necesidades con el tiempo. Intenta poco a poco reducir la necesidad de archivar, para ello almacena la información de referencia en línea y reduce las copias impresas. También puedes reducir la cantidad de papeles entrantes, pidiéndole a la gente que te remita las cosas por mail, lo mismo para revistas o boletines. Además deja de imprimir cosas como correos electrónicos, y analiza cada documento que archivas: ¿no habría alguna manera de obtenerlo en línea? ¿sería mejor escanearlo y guardarlo en digital? ¿es realmente necesario que me lo envíen?
Este sistema también se puede aplicar en el hogar, para ello crea un “centro de correo” en tu hogar para ocuparte de tu correspondencia y de los papeles que te llegan, debe incluir, una bandeja portapeles, un cubo de basura, un pequeño sistema de archivo y material de oficina que puedas necesitar (sellos, boligrafos,…). Todo lo que recibas, correo, facturas, notas del colegio, etc, déjalo en la bandeja portapapeles y luego archívalo lo antes posible.
Simplificar los compromisos
Leo opina que este podría ser el cambio que más efecto tenga en tu vida en términos de eficiencia y productividad. Eso si, no es fácil y exige aprender a decir “no”. Es posible que la acumulación de compromisos te deje sin tiempo para ti o para hacer lo que realmente te gusta, por eso la clave está en simplificar.
- Haz un inventario de tus compromisos. (trabajo, familia, hijos, sociales, religiosos, pasatiempos, hogar, en línea)
- Haz un lista breve. identifica qué elementos aportan valor a tu vida y son prioritarios para ti (favorecen tus metas).
- Elimina lo no esencial. Para ello empieza por algo pequeño, fácil de eliminar y llama o envía un mensaje para disculparte, explicando que estás demasiado atareado por ejemplo. Elimina el compromiso de tu agenda y repite el proceso con otro elemento.
- Aprende a decir “no”. Tu lista no se ha sobrecargado por sí sola, quizás has ido diciendo que “si” demasiadas veces. Así que cada nuevo compromiso que aparezca aprende a decir “no”, tienes una razón excelente: tu tiempo es limitado y precioso. Si tienes dificultades puedes: Toma conciencia de lo importante que es tu tiempo, recuerda tu lista breve y prioridades, sé honesto y firme para que no te hagan ceder ante la insistencia y sobretodo no te sientas mal otra persona cubrirá ese espacio.
- Saca tiempo para lo que te gusta. Incluye en tu lista breve lo que te apetece hacer para programar tu tiempo libre.
Simplificar la rutina diaria
Las rutinas matutinas y antes de acostarte pueden proporcionarte una carga extra de energía y generar una sensación de calma y equilibrio en tu vida. Leo nos aconseja que creemos una rutina tranquilizante, algunas ideas:
- Hacer ejercicio
- Leer
- Meditar
- Llevar un diario
- Elegir las tareas más importantes del día
En cuanto a las rutinas antes de acostarse podrían ser:
- Relajarse después de una larga jornada
- Hacer una síntesis del día
- Mantener limpia la casa
- Pasar tiempo de calidad con los seres queridos
Para establecerlas con éxito, enfócate en ellas, haz que la rutina sea gratificante y lleva un registro de tus progresos.
Ordenar tu zona de trabajo
Tener un escritorio ordenado te permite concentrarte y te da una sensación de calma tipo zen. Lo más dificil es el primer paso, ya que si lo tienes muy lleno de cosas puede resultar una tarea intimidante. Consejos:
- Reserva algo de tiempo. Prográmalo en el calendario para el día de hoy y no lo aplaces.
- Quita todos los papeles que tengas encima del escritorio y ponlos en un montón grande.
- Quita todo los objetos que tengas encima del escritorio. Deja solo lo básico: teléfono, ordenador, bandeja papeles.
- Empieza con la pila de papeles. Puedes utilizar los consejos de los puntos anteriores.
- Trabaja tanto tiempo como puedas. Luego programa otro día por si todavía tienes que seguir procesando papeles.
Una vez hayas reducido tu escritorio a lo esencial preguntate ¿qué es indispensable de todo lo que he sacado? ¿qué necesito realmente para trabajar? ¿qué utilizo a menudo?
Cuando hayas ordenado tu escritorio quizás también quieras ordenar tu casa, te resultará menos estresante, más atractiva y más fácil de limpiar. Para ello asígnale un lugar a todo y hazlo de manera radical. Programa sesiones periódicas para ordenar. Reduce el deseo de tener más y cambia tus hábitos, el desorden no se ha formado por sí sólo ¿qué hábitos tienes que han generado este desorden?
Aminorar el paso
En esta época consumimos información, alimentos y medio de comunicación a un ritmo vertiginoso. Nuestra agenda está saturada de quehaceres, vamos deprisa de un lado a otro y nos desplomamos en cama por la noche. Según Leo el problema es que no estamos hechos para vivir de esta manera, por eso nos propone movernos a un ritmo más pausado, para así ser más felices.
- Desacelera tu atención. Cuando hagas algo presta atención a eso que haces solamente hasta terminarlo.
- Trabaja a un ritmo más lento. Así te concentrarás más, serás más productivo y podrás disfrutar de ello.
- Come despacio. Perderás peso, disfrutarás más la comida, harás mejor digestión y disminuirás el estrés.
- Conduce más despacio. Ahorrarás gasolina, mejorarás tu nivel de estrés, preservarás vidas y disfrutarás el camino.
Simplificar la salud y la buena condición física
Entre los muchos beneficios de hacer ejercicio y mejora el estado de salud está el aumento de energía y de la productividad, además de mejorar el estado de ánimo. Sin embargo, para mucha gente es difícil comer de forma saludable y mantener el hábito de hacer ejercicio.
Leo nos recomienda un plan simplificado de acondicionamiento físico y dieta. El primer mes sólo preocúpate del ejercicio físico, porque al principio te dará más hambre, aunque si puedes empezar a ingerir alimentos más saludables. Durante el segundo mes seguiremos con el ejercicio pero nos enfocaremos en hacer cambios graduales en la dieta. Después nos fijaremos metas a corto plazo para mejorar las dos cosas, el ejercicio y la dieta.
Para formar el hábito de hacer ejercicio debemos hacer un plan sencillo y muy poco a poco:
- Empieza con suavidad. La primera semana solo 10 minutos al día y cada semana aumentar cinco minutos más.
- Programa la hora de tu rutina de ejercicios. Cuando sientas que te vendrá mejor, final del día, mediodía, etc.
- No te permitas faltar ningún día
- No te des por vencido
- Consigue un compañero si puedes
- Rinde cuentas a los demás. Comprométete públicamente y lleva un registro público de tus avances
- Disfrútalo. Es absolutamente obligatorio para tener éxito, debe ser divertido no una tortura
Para hacer cambios graduales en la alimentación:
- Como cuando sientas algo de hambre, no cuando estés famélico. Esto es, comer cada tres o cuatro horas.
- Ingiere comidas livianas. Come mucha fruta y verdura, frutos secos y alimentos frescos, no procesados.
- Come despacio
- Come hasta sentirte ligeramente lleno, no saciado. Para antes de estar lleno y espera 10 minutos para saber si todavía tienes hambre realmente.
Para mantener la continuidad es interesante seguir aumentando el ejercicio en forma progresiva, e incorporar variaciones. Seguir ingiriendo alimentos más saludables y también añadir variedad y sabor. Fijarse metas a corto plazo, por ejemplo cada semana un objetivo nuevo. Responsabilízate llevando un registro diario de tus avances. Y por supuesto, prémiate! las recompensas dan mejores resultados cuando son frecuentes al principio.
Sobre la motivación
Para conseguir una meta es necesario paciencia y motivación. En tu camino hacia el éxito siempre habrá momentos en los que tu motivación flaqueará, sin embargo ceñirte a algo durante mucho tiempo es el verdadero camino hacia todo lo que vale la pena.
La mejor motivación es tener ganas de hacer algo de veras, no algo que estaría bien conseguir, sino algo que nos apasione y entusiasme, de esta manera es más fácil sostener el esfuerzo en el tiempo. Leo nos propone 8 manera para automotivarse:
- Empieza en pequeño. Comienza con metas absurdamente fáciles
- Una meta cada vez. Enfócate en ella y no te disperses con otras cosas.
- Analiza tu motivación. Conoce tus razones, reflexiona sobre ellas, elige buenas razones.
- Debes tener muchísimos deseos de hacerlo.
- Comprométete en público.
- Siéntete entusiasmado. Lee sobre el tema, habla de ello con los demás, imagina los beneficios.
- Créate expectativas. Márcate la fecha de inicio de tu tarea o plan y espera unos días para genera expectativas.
- Imprime tu meta y pégala en un lugar visible para recordarla a diario.
CONCLUSIÓN POR SANDRA GONZALEZ
Este libro es una fuente inagotable de consejos y pautas para reducir el estrés, los excesos, una mala gestión del tiempo, y para aprender a poner límites a la mayoría de las cosas que nos impiden saborear nuestro día a día. Además nos propone un sin fin de hábitos saludables que pueden ayudarnos a disfrutar más de nuestras vidas y sobretodo a simplificarla hasta límites probablemente inimaginables para muchos. Si bien es cierto, es un libro tremendamente práctico y por ello su lectura no tiene sentido si luego no se aplican al menos algunas de las pautas expuestas.
Lo recomiendo enormemente, sobretodo para aquellas personas que tengan una clara necesidad de simplificar sus vidas y dedicar más tiempo a aquello que realmente es importante para ellos mismos.
Puntos fuertes
- La forma de exponer las pautas y las claves es excepcionalmente clara y concisa.
- Puede leerse por temas de interés y seguir consultando a medida que se van alcanzando metas.
- Da muchas claves para mantener la motivación, es muy descriptivo a la hora de explicar el modus operandi que propone y hace que integrar el nuevo hábito resulte realmente fácil.
Puntos débiles
- Es bastante repetitivo en muchos de los conceptos propuestos.
- Algunas de las pautas propuestas pueden ser poco aplicables según el tipo de trabajo que se tenga.
- No apto para personas que no estén dispuestas a aplicar las clave propuestas. Pues el libro está compuesto íntegramente de un sin fin de consejos para pasar a la acción, podría resultar aburrido si no se piensa aplicar nada.
Puedes comprar el libro a través de La Casa del Libro, fácil y cómodamente
Cómpralo ya pinchando aqui, y descubre las ventajas del envío gratuito.
Y tú, ¿has aplicado ya alguna de las pautas de Leo Babauta para reducir el estrés y saborear más tu día a día?
Compártelo con nosotros en “Comentarios”.
Un abrazo!!
Sandra.
3 Comentarios
Que bueno, muchísimas gracias por tus resumenes, están geniales! Ojala sigas haciendolos
Estupendo Miguel, muchas gracias, un abrazo!
Gracias por este resumen del libro El poder de lo simple, muy bueno y practico