¡OJO!
Este Reto finalizó…y ya no tratamos este Tema en el Blog 🙂
Tropezando en la misma piedra, una y otra vez. Hoy vuelvo a empezar de cero! 😉
- Tras volver a «quejarme en compañía» a las pocas horas de subir el último vídeo. Me doy cuenta de que este desafío me va a llevar a cometer los mismos errores una y otra vez.
- Me sentiré torpe, inútil, me parecerá que no voy a ser capaz de lograrlo, que es muy difícil.
- Y es que para sustituir un hábito por otro, es decir, para aprender hace falta pasar por un proceso de repetición, repetición, repetición y más repetición. Esto es, quejarme, quejarme y quejarme una y otra vez por las mismas «tonterías», hasta que un día, de forma cada vez más natural, me adelantaré a la situación y conseguiré no refunfuñar en una circunstancia en la que, hasta ese día, siempre me quejaba.
- Ese día habré llegado a lo que yo llamo la «Anticipación», es decir, estaré tan entrenada en observar mis reacciones y en saber cómo pienso y qué me lleva refunfuñar que, de forma instintiva, me anticiparé a mis quejas, me reiré por dentro y simplemente pasaré a otra cosa, en lugar de quejarme.
- Por tanto, desde hoy asumo y acepto que voy a tropezar una y otra vez con la misma piedra, en mi proceso de aprendizaje. Asumo y acepto que me sentiré torpe y que seguiré adelante igualmente, porque sé que ese es el único camino hacia mi maestría en el arte de no quejarme 😉
¿Has tropezado ya en la misma queja una y otra vez? Compartelo conmigo en Comentarios 🙂
Soy Sandra Gonzalez, una enamorada del desarrollo personal, que se ha propuesto dejar atrás las quejas, para llenar de más armonía su día a día, y disfrutar mucho más de la vida y el trabajo.
Si quieres saber cómo unirte a este Reto 21 Dias Sin Quejarme, mira aquí el vídeo de presentación del reto y suscríbete para recibir gratis mi vídeo: Herramientas para el Éxito en el Reto 21 Días sin Quejarme.
Además al suscribirte, recibirás cada semana estrategias y consejos para tu propio desarrollo personal y profesional.
Un abrazo! Sandra.
2 Comentarios
¡Hola, Sandra! Por lo menos en mi caso, es un reto que va a durar toda la vida :-). No hay forma de dejar de refunfuñar o quejarme :-), sobre todo durante el horario laboral en el que todo el mundo está estresado y salta (bueno, saltamos :-)) por cualquier cosa. Si consigo un para de horas seguidas sin quejarme, me doy por contenta.
Un abrazo y muchas gracias por compartir tu experiencia quejica 🙂
Raquel
No mujer, toda la vida no durará jejeje! No se trata de no volver a quejarte nunca más, sino simplemente de hacer una gran limpieza, es decir, quitarte el hábito automatizado de quejarte. Una vez superes los 21 días consecutivos conseguirás des-automatizar la queja y utilizar otras vías mucho más positivas para dar salida a tus frustraciones y malestar.
Después del Reto, podrás volver a quejarte, pero lo harás mucho menos y desde una nueva conciencia, habrás conseguido liberarte de un hábito negativo y día a día te llenará mucho más (o al menos, eso es lo que espero conseguir yo)
Ánimos!! No hay prisa, sólo aprendizaje 😀