La idea de emprender nuevos retos y atreverte a conseguir mejoras en tu vida, sin que el miedo aparezca y te aterre es casi una utopía para la mayoría.
No sólo sería una salida para cambiar tu situación actual, sino que además haberlo conseguido en el pasado te hubiera ahorrado mucho sufrimiento (o al menos lo hubiera hecho más corto en el tiempo).
Entonces, ¿qué es lo que nos pasa? ¿Por qué algo tan liberador, enriquecedor y deseable nos parece tan imposible? Es probable que tenga mucho que ver con aquellos bloqueos que llevas encima y te impiden ver más allá de tu propio miedo. Esos bloqueos te limitan a la hora de calificar como «posible» la idea de que tú, … si tú… tú puedes conseguir lo que te propongas, resolver tus problemas o situación actual y vivir plenamente.
Estas son las 4 razones u obstáculos por los cuales vives con miedo y te limitas a la hora de solucionar tu situación de vida:
1. Tu pasado
El pasado ya no existe, es algo a lo que «accedes» en el momento presente a través de tus recuerdos y memoria. Sin embargo, tu mente es muy poderosa, tiene la habilidad de hacerte creer que todo aquello que viviste en tu pasado todavía es real. De modo que cuando te propones comentar una mejora a tu jefe en el trabajo, y de repente te viene el recuerdo de cómo reaccionó la última vez que propusiste algo, simplemente deshechas la idea. Te limitas a ti misma en base a un hecho que ocurrió con anterioridad y que sin embargo sigue siendo un punto de referencia para ti.
Si lo piensas detenidamente, no tiene mucho sentido aferrarte al pasado, y mucho menos si supone un obstáculo para que puedas seguir creciendo y abriéndote nuevos caminos para la mejora de tu bienestar y tu calidad de vida.
No sólo te bloquea ahora, sino que te está bloqueando quizás desde hace semanas, meses o años, lo que significa que podrías haber pasado los últimos años viviendo mucho más a gusto y con mayor alegría. Este es el enorme precio a pagar por no saber cómo liberarte de tu pasado y de tu miedo.
2. Tu Ego
Hace ya algún tiempo que mi di cuenta de lo muy «a pecho» que nos tomamos a nosotros mismos. El simple hecho de aprender algo nuevo puede hacer que te sientas torpe, incapaz, débil, vulnerable, pequeña, inútil y un sin fin de adjetivos más que son bastante demoledores, y que te animan a quedarte como estás y a estancarte en tu nivel de habilidades y capacidades actual.
Por no mencionar lo que supone emprender un nuevo reto o pedirle una cita a alguien: ¿y si fracaso? ¿y si me dice que no? ¿y si pierdo? ¿y si no sale bien? todas estas preguntas te llevan a sentirte vulnerable, a sentir que tu identidad está en peligro, que los demás (incluso tú misma) van a perderte el respeto.
Tu ego es un especialista en hacerte creer que lo ideal es quedarte donde estás, no aprender nada nuevo, no hacer nada nuevo, no vaya a ser que «salgas mal parada». ¿En qué momento has empezado a tomarte tan en serio? seguramente ocurrió justo cuando tu Ego empezó a tomar el control de tus pensamientos.
3. Tu Programación Mental
Estás programada.Todos estamos programados.
Tus opiniones, tus dudas, tus gustos, tus inseguridades, tus pensamientos, todo ello viene derivado de tu programación mental. Tu programación está compuesta de una serie de «certezas» que has grabado en lo más profundo de tu mente y que operan de forma totalmente automática y también de forma totalmente inconsciente.
Esto es un claro obstáculo para tu bienestar y tu propia evolución, ya que cuando te dices a ti misma: – Mejor no hacer esto porque cuando alguien lo hace le pasan cosas malas, te tomas ese pensamiento como una «certeza», como una verdad absoluta, y actúas en consecuencia sin utilizar previamente tu capacidad de razonamiento más elevado, más coherente con la realidad y con tus verdaderas capacidades.
Esto me lleva al siguiente apartado.
4. Tu Inconsciencia
Quizás esta afirmación te resulte extraña: ¿inconsciente yo? ¿de dónde sacas eso?
Esto es porque probablemente no eres consciente de tu inconsciencia. Para ayudarte a comprender lo que quiero decir te planteo lo siguiente:
– ¿sabes por qué eres como eres? ¿sabes por qué actúas como actúas? ¿sabes por qué piensas como piensas y no de otra manera?
Seguramente creas que eres tú quién toma las decisiones libremente, pero lo que no sabes es que el 97% del tiempo esas decisiones las toma tu inconsciente. Y ¿sabes en base a qué las toma?
El 97% del tiempo derivan de los datos que has almacenado de tu pasado, de tu Ego y de tu programación mental inconsciente ….
¡¡¡TACHÁAAAAAAAN!!!!
Este es el verdadero problema al que nos enfrentamos la mayoría de personas que queremos tomar las riendas de nuestras vidas
y actuar coherentemente con quiénes somos en realidad.
Vivir sin miedo
Esta increíble utopía es posible, pero desde mi punto de vista es una afirmación que hay que matizar. Es importante entender en profundidad la lógica que tiene detrás.
Vivir sin miedo no significa vivir sin «sentir» miedo. Vivir sin miedo significa actuar y evolucionar a pesar el miedo, ¿cómo? Aprendiendo a gestionarlo, sabiendo de dónde proviene, comprendiendo cuál es su función y asumiendo que es una herramienta más que hay que saber utilizar en tu propio provecho (y no en contra).
Desde mi punto de vista, el primer paso es hacerte consciente de que tu miedo proviene de un pensamiento, de una programación mental que se «adueña» de ti cuando permaneces en la inconsciencia. Así que la clave que puede ayudarte de raíz a gestionar tu miedo, es comprender que sólo es un resultado, es el final de un proceso que se inició en tu mente, y que no tiene nada que ver con lo que te está pasando ahora mismo o con el problema que tengas.
El principal problema es que el día a día o la rutina, frecuentemente, nos mantiene sumidos en la inconsciencia. Te levantas, te ocupas de desayunar, te desplazas a la oficina, comienzas a trabajar, te tomas un café, vuelves al tajo, comes, sigues con tus tareas, te vas a la compra, vuelves a casa, cenas, ves la TV y te acuestas. Dado que todo esto son tareas habituales para ti, ¿qué parte de tu cerebro crees que utilizas a lo largo del día? ¿la parte consciente o la inconsciente? 😉
Tu plan para vivir sin miedo
En mi opinión sólo hay una salida: elevar tu nivel de conciencia. El problema es que esto no es un objetivo, sino un proceso en si mismo. Mi recomendación es que empieces simplemente por observar tus pensamientos y ponerlos en duda. No los ejecutes automáticamente, dales una vuelta primero, sobretodo si estos pensamientos son limitantes, te asustan o te hacen sentirte preocupada.
La clave está en que comprendas que sólo es eso, un pensamiento, y que no es una verdad a la que tengas que prestar atención o sobre la que tengas que basar tus decisiones o comportamientos.
Lo que suele ocurrir al inicio de este proceso es que no vas a darte cuenta de todos los pensamientos limitantes que tienes en cada momento, simplemente los ejecutarás y ni te darás cuenta.
Así que desde aqui te animo a que tengas mucha paciencia contigo misma, que seas perseverante y que acudas a un profesional para que te guíe en la resolución de tu situación actual. Con ello aprenderás poco a poco a poner en práctica la gestión del miedo y de los bloqueos, y con ello elevarás automáticamente tu nivel de conciencia.
Espero que este post te haya ayudado a entender un poco mejor por qué a veces no eres capaz de encontrar una salida a tu situación. Si quieres ampliar información acerca de cómo puedo ayudarte a «vivir sin miedo», mira aquí lo tengo para ti.
Un abrazo!
Sandra.
Imagen: Fotolia – © Sergey Nivens
6 Comentarios
excelente post muy bueno de verdad muchas gracias
Gracias Xuxo!
Sandra un saludo para ti con mucho cariño gracias por esos post siempre tan lindos gracias por tus consejos te agradezco enormemente. ..
Muchas gracias por tu comentario lidys, te envío un enorme abrazo!! 🙂
Sandra, es un placer reencontrarme contigo a través de tu blog .
Es un placer leerte, tus post son para mi siempre inspiradores, pero éste merece un especial aplauso por que además es revelador: Observa tus pensamientos y ponlos en duda, es sin duda un gran trabajo y esfuerzo que merece la pena interiorizar.
Un fuerte abrazo
Hola Cristina!
Desde luego, no hay duda de que seguir a «pies puntillas» todo lo que te dice tu vocecita interior (esa que te sabotea constantemente), no es la mejor manera de hacer crecer la autoconfianza, por tanto, poner en duda aquello que te dice tu mente en cada momento, permite crear un espacio interior en el que, quizás, pueda emerger la seguridad en ti misma.
Gracias por compartir! Un abrazo!