fbpx

Este error me costó caro

I love my job at the office

Si, yo también sé lo que es sufrir en el trabajo. Afortunadamente, mi sufrimiento en el trabajo no duró demasiado porque me hice consciente del gran error que estaba cometiendo cada vez que buscaba trabajo.

 

Recuerdo que por entonces, mi mayor sufrimiento era la horrible sensación de que mi tiempo ya no era mío, dependía de los permisos que mi empresa me daba para coger vacaciones, del horario establecido, de los clientes, de todo menos de mi. Mis decisiones no eran mías, dependían de la aprobación de mis superiores, de si estaban en coherencia con «siempre se ha hecho así«, o «esto hay que hacerlo así porque lo digo yo que para eso soy tu jefe«, etc, etc. Mi mayor sufrimiento era que no me sentía LIBRE.

Ansiaba poder autogestionarme, escoger mi propio horario, aquel con el que ser más productiva, con el que ser más creativa, aprovechar mis picos de energía. También anhelaba poder tener más autonomía, es decir, practicar el «yo me lo guiso, yo me lo como«. Tomar mis propias decisiones, y asumir sus consecuencias, enmendar yo mis propios errores sin necesidad de que nadie viniera a decirme nada, porque yo ya soy muy responsable, no necesito que nadie me diga «has hecho mal esto«, o «te equivocaste«, soy perfectamente capaz de hacerlo yo misma. En efecto, rendir cuentas, me costaba horrores ya que para mi era otra manera de hacer llaga en la, ya de por si, gran herida de No Sentirme Libre.

Nunca olvidaré la cantidad de veces que miraba por la ventana, veía el cielo azul, y me quedaba pensativa, envidiando a las palomas que pasaban de largo, pensaba: «qué suerte tienen, pueden hacer lo quieren cuando quieren, no tienen horario, no tienen obligaciones, no tienes que aguantar jefes, ni que hacer nada que no quieran hacer«. Sé que este pensamiento puede parece muy infantil, pero en realidad esconde una gran necesidad, la necesidad de volver a ponerme en coherencia con uno de mis valores fundamentales: La Libertad.

Y es que mi mayor error a la hora de buscar empleo es que en ningún momento me cuestioné si esa empresa o puesto iba a estar en coherencia o no con mis valores más importantes.

 

El verdadero problema es que de aquellas, yo ni sabía que tenía valores, y todavía menos que era yo la que estaba en incoherencia con mis propios valores. Cada día que permanecía en aquel puesto, era yo la que estaba viviendo en incoherencia con mis propios valores y por tanto, era yo la que sufría. Para mi, los demás, la empresa, los jefes, la sociedad, y el mundo eran los incoherentes. Yo me sentía llena de coherencia, y es ese error de perspectiva el que me llevó a sufrir mucho.

Porque, si crees que lo va mal en el mundo son los demás, el problema es que no vas a plantearte mirar hacia tu interior y cuestionarte si lo que estás haciendo, las decisiones que tomas, lo que mantienes funcionando día tras día, es realmente adecuado para ti. El resultado es que: no harás nada para dejar de sufrir en tu trabajo, y por tanto, seguirás sufriendo y lo harás sin fecha de caducidad.

 

La conclusión que saco tras muchos años de búsqueda interior y de numerosos cambios de percepción en mi conciencia, es que hacer cosas o dedicarte a algo que no es coherente con tus valores, te lleva irremediablemente a sufrir en el trabajo.

La solución está en conseguir que los valores de tu empresa estén alineados con tus valores, al menos con el más o los dos más importantes. Cuanta más coherencia exista entre lo que haces y tus valores, más a gusto estarás en tu empresa, más feliz irás a trabajar y más entusiasmo pondrás en lo que haces. Pero, ¿cómo lograrlo?

 

El primer paso es conocer cuáles son tus Valores

Un Valor suele identificarse con un sustantivo y representa algo que es extremadamente importante para ti, algo en lo que crees ciegamente y que es la base de la mayoría de tus decisiones y elecciones en la vida.

Si por ejemplo eres una persona como yo, cuyo valor principal es la Libertad, tus decisiones en la vida no se basarán en escoger la vía más segura o la más cómoda, sino que, al decidir si aceptar un nuevo trabajo o no, te preguntarás ¿podré hacer lo que quiera? o ¿con esta decisión podré tener más autonomía?. Lo más seguro es que, si este es tu valor principal, tiendas a escoger trabajos que te permitan autogestionarte, elegir tu propio horario y lugar de trabajo, tomar tus propias decisiones, etc.

Si por lo contrario tu valor fundamental es la Familia, tenderás a escoger trabajos que quizás sean más estables, que te permitan tener más tiempo libre para estar con los tuyos, que no tengan mucha responsabilidad para no tener que hacer horas extras o que sea un trabajo sin demasiadas complicaciones, etc.

Algunos ejemplos de Valores relacionados con el Trabajo, aunque existen muchísimos más:

  • Adaptabilidad, Aprendizaje continuo, o Ayudar a los demás
  • Beneficio económico, Cambio y variedad, o Cooperación
  • Desarrollo Profesional, Distinción, o Estatus Social
  • Estabilidad, Fama, u Honestidad
  • Innovación, Liderazgo, o Logro
  • Motivación, Poder y Autoridad, o Propósito
  • Reconocimiento, Respeto, o Salud
  • Dejar un legado, Vinculación o Vocación

 

El segundo paso es averiguar si estás alineada con tus Valores

Pregúntate: – La manera en que estás trabajando hoy en día, ¿pisotea algunos de tus 3 valores más importantes? Si la respuesta es si, puede que esto sea una fuente de sufrimiento para ti.

Quizás aún no seas consciente de ello como me pasó a mi en su día, por ello presta atención a tu dolor: ¿por qué sufres en el trabajo? ¿qué valor estás negándote al permanecer en ese trabajo? ¿de qué otra manera puedes acometer tus tareas sin pisotear tus valores?

 

Dejar de sufrir en el trabajo depende de ti, «tu trabajo» no va a venir a preguntarte si estás a gusto o no 😉 Por tanto, responsabilízate de tu sufrimiento y busca vías para ponerle remedio, puedes hacerlo, sólo necesitas ser más consciente.

Atiende tu sufrimiento, hazte preguntas, cuestiónate tu manera actual de hacer las cosas, pregúntate qué te mueve a tomar ciertas decisiones o a no tomar ninguna.

  1. Empieza por identificar cuáles son tus 3 Valores Fundamentales, aquellos a los cuales renunciar en tu día a día te genera sufrimiento.
  2. Después comprueba si en el trabajo que tienes ahora, estás en coherencia con esos valores. Y si no lo estás, enhorabuena! ya has tomado conciencia de cuál es una de las causas de tu sufrimiento.
  3. Ahora, ¡Coge las riendas! Empieza a trazar un plan, quizás puedas pedir que te cambien de puesto, de responsabilidades, buscar otro empleo, emprender, o simplemente cambiar tu perspectiva para poder seguir trabajando allí sin sufrir.

¡Tú puedes hacerlo!

 

 


foto twitter

Soy Sandra Gonzalez, experta en Autoconfianza y Motivación Laboral. Ayudo sobretodo a mujeres trabajadoras a sentir más confianza en si mismas para que logren recuperar la motivación y el bienestar en su trabajo, mientras aprenden a alejarse del agobio, las preocupaciones y el estrés propios del entorno laboral.

Si quieres saber cómo puedo guiarte para alejarte del sufrimiento en el trabajo y reconectarte con tus valores, mira aquí lo que tengo preparado para ti 🙂


 

Ah! y no olvides compartir este post con aquellas personas que creas puedan estar interesadas, nos vemos más abajo en Comentarios.

Un abrazo!

Sandra.

Imagen: Fotolia – © BartPhoto

 

 

 

 

 

6 Comentarios

  1. srodrigo Author enero 9, 2015 (1:17 pm)

    Me ha ayudado mucho conocer tu experiencia y los pasos que indicas para salir de esta situación con la que me siento totalmente identificada. Gracias por compartirlo.

    Reply to srodrigo
    • Sandra González Author enero 9, 2015 (2:40 pm)

      Estupendo! Me encantará saber cómo has ido aplicando los pasos que propongo en el post. ¡Te deseo muchos ánimos!:)

      Reply to Sandra González
  2. Patricia Otero Author enero 8, 2015 (3:07 pm)

    Hola Sandra, me ha llegado mucho tu artículo. Muchas gracias por compartirlo.

    Reply to Patricia Otero
    • Sandra González Author enero 8, 2015 (4:40 pm)

      Gracias Patricia, lo importante es que te sirva para aplicar algo nuevo en tu vida, y marcara la diferencia este 2015!! 🙂

      Reply to Sandra González
  3. Manuel Author enero 8, 2015 (2:13 pm)

    Hola, me parece bien lo de conocer los valores, si, estoy de acuerdo en que lo primero es conocerse a si mismo , incluyendo los valores y relacionado con ellos, sugiero hacerse y contestarse preguntas como:
    1.¿que aporto yo a la empresa? 2.¿que aporto a mis clientes? 3.¿cual es el valor que agrego? 4.¿en que soy excelente?, 5. ¿como puedo aumentar 1., 2., 3., y 4. ? . He leido y oido muchas veces de personas que están o estuvieron a disgusto en su trabajo, pero ¿se preguntaron si en su trabajo estaban contentos con ellos?, esto no lo he oido ni leido ……
    y…. me parece que los autónomos, los que son sus propios jefes: trabajan muchas horas (sus ingresos dependen de las horas que trabajen) y se juegan su dinero, de hecho hay un porcentaje elevado de autónomos y de nuevas empresas que han quebrado …….

    Reply to Manuel
    • Sandra González Author enero 8, 2015 (4:39 pm)

      Hola Manuel, me alegra volver a verte por aquí.
      Entiendo tu postura, incluso me da la sensación de que probablemente seas autónomo o empresario, y parece que el tema que comentas te afecta bastante. Por experiencia sé que ser autónomo demanda mucha autogestión emocional y mucho empoderamiento, desde luego no es una opción fácil a todos los niveles.

      Estoy de acuerdo en que cada trabajador debe preguntarse que aporta a la empresa, y con los demás puntos de tu comentario, y quizás un día escriba sobre el tema.
      En este artículo estoy hablando de resolver el sufrimiento en el trabajo a través de conocerse uno mejor, es decir, que el tema que comentas, es muy interesante y a la vez es también totalmente diferente al planteado aquí. Creo que una cosa no tiene mucho que ver con la otra.

      En cualquier caso me quedo con la idea, gracias por compartir.

      Un abrazo!

      Reply to Sandra González

Deja un comentario

*campos obligatorios Please validate the required fields

*

*

CoachingPro by Sandra González. Bienestar en el trabajo