Nota: Este post es una traducción del artículo The Time to Shut Down, de Léo Babauta. Por tanto, es él quién se expresa como “yo” a continuación.
En nuestras vidas inmersas en la tecnología, raramente lo desconectamos todo.
Encendemos al despertarnos, y nos mantenemos conectados a nuestros equipos hasta volver a dormir. Y esto, cada hora del día.
No estoy inmunizado contra esto. Muy poca gente lo está hoy en día.
Y sin embargo, hay beneficios tras el hecho de desconectarlo todo, para poder reconectar con la vida. Con la gente. Con el momento. Contigo mismo/a.
Existe un tiempo para trabajar duro,y debería existir un tiempo para desconectar de todo. Sino, todo se mezcla y nada tiene su espacio.
¿A qué hora vas a desconectar de todo hoy?
Nota by Sandra Gonzalez
Antes de trabajar por mi cuenta, tenía los horarios más establecidos, pero aprovechaba mi tiempo libre sobretodo para hacer la compra, preparar la comida, recoger en casa, y me olvidaba de reservarme mis momentos para mi. Me decía «cuando trabaje por mi cuenta las cosas serán diferentes, tendré más tiempo para mi«, pero no fue así.
Una vez monté mi empresa, y ya que trabajo desde mi domicilio, al principio me pasaba el día mezclando unas tareas con otras, que si ahora plancho un poco, que si ahora tengo una sesión, que si ahora voy a poner una lavadora, que si ahora voy a escribir un post… el día no terminaba nunca, ni en cuanto a trabajo, ni en cuanto a tareas domesticas y gestiones personales.
Una vez empecé a acostumbrarme a tener un trabajo con un horario que yo misma decido cada día, aprendí hace tiempo que «desconectar» es vital para mi creatividad y bienestar en el día a día.
Así que me dije, Sandra, márcate unas horas límite a partir de las cuales toca desconectar. Pero desconectar de todo, del trabajo, de las obligaciones personales, de las tareas domésticas, del mail, de las RSS, del teléfono, y resérvate esos momentos para pasear, quedar con alguien, leer, ver un programa que me apetezca, llamar a una amiga, relajarte, etc.
Es decir, trabajes o no por tu cuenta, es importante reservarte tus momentos para ti y los tuyos.
Cuando estés en la recta final de tu vida, no te arrepentirás de no haber trabajado más o de no haber hecho la cama todos los días, sino más bien de no haber dedicado más tiempo a ti misma, a lo que te apasiona y a los tuyos.
Yo, cuando estoy desbordada, me acuerdo de esta prioridad en mi vida, y poco a poco mi exigencia y agobio desaparecen.
Soy Sandra Gonzalez, experta en Autoconfianza y Motivación Laboral. Ayudo sobretodo a mujeres trabajadoras a sentir más confianza en si mismas para que logren recuperar la motivación y el bienestar en su trabajo, mientras aprenden a alejarse del agobio, las preocupaciones y el estrés propios del entorno laboral.
Si quieres saber cómo puedo ayudarte a conseguir más felicidad en tu trabajo y vida personal, mira aquí lo que tengo preparado para ti 🙂
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Un abrazo!
Sandra.
Imagen: www.flaticon.com