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Cómo afecta a tu bienestar la Queja

AngerQuejarse es como una liberación, te permite soltar un montón de carga negativa, expresar tu rabia o tu descontento. Por así decirlo es como una válvula de escape, pero tiene efectos secundarios poco atractivos.

De hecho existen otras vías, mucho más prometedoras, para dar salida a tu malestar. Y la buena noticia es que sus efectos secundarios son muy positivos ya que te ayudan a recuperar la motivación y la plenitud en el trabajo.

 

La Queja

Qué gustito da quejarse 😉 .  Es como rascarte, sabes que no te hará ningún bien, aparte del alivio inicial, pero cuando empiezas no puedes parar. Tus quejas se concatenan, añades más factores a la queja, más incidentes del pasado, más juicios que quizás no tienen mucho que ver con la queja inicial, suspiras, soplas, sientes como la energía negativa se apodera de ti, y si además compartes tu queja con otra persona que respalda lo que dices, ¡pierdes el control!

Por experiencia sé que se pueden estar horas hablando de la misma queja:

  • de lo mal que hace las cosas tu jefe,
  • de lo mal organizado que está el departamento,
  • de lo estúpida que es la secretaria de dirección o el comercial de la zona noroeste,
  • que si esta oficina se cae a pedazos,
  • que si mi ordenador es una patata,
  • que si ese cliente es un pesado
  • que si siempre estamos apagando fuegos
  • que si hace frío, o demasiado calor

…, cuando empiezas no tiene fin.

 

¿Para qué te Quejas?

La queja es una forma de comunicar a los demás y a ti mismo de que hay algo que no te gusta o con lo que no estás de acuerdo. Es una forma de gestionar, repito poco acertada, la energía que se libera cuando tienes una necesidad no satisfecha.

Siguiendo los ejemplos anteriores, cuando te quejas de que tu jefe hace mal las cosas, puede ser porque tienes la necesidad de que se tomen en cuenta tus opiniones sobre el trabajo a realizar, o que tengas una necesidad de reconocimiento insatisfecha. En el caso del cliente pesado, puede ser que tu necesidad no satisfecha sea la de sentir seguridad en ti misma/o cuando hablas con él y defiendes tu postura.

Si eres una persona que no está acostumbrada a identificar y gestionar sus propias emociones y necesidades, la queja, las críticas y el juicio pasan a ser tus mejores vías para liberar tensión, pero desde luego no solucionan tu problema. Ya que por mucho que te quejes de tu jefe ante tus compañeros durante del café, nada va a cambiar, porque no te estás dirigiendo a la persona que tiene que ver con tu necesidad insatisfecha ¿me explico?

Por lo tanto, en mi opinión, la queja es una válvula de escape para todas aquellas personas que no han aprendido aún a responsabilizarse de sus emociones y necesidades. (Puedes ver más sobre este tema en mi resumen: Comunicación No Violenta)

Y dada la cantidad de gente que tiene por costumbre quejarse en este mundo (y ¡ojo! porque yo también me meto en el lote), estamos bastante verdes en cuanto a responsabilidad emocional se refiere.

 

Los efectos secundarios de la Queja

El problema de quejarse, es que no sólo no soluciona tus problemas ni necesidades, sino que añade más negatividad a tu estado de ánimo. Durante el tiempo que te estás quejando, estás enfocando tu mente en todo aquello que va mal, por tanto tu punto de vista se hace cada vez más negativo. Y es que «aquello en lo que te enfocas se expande» (T. Harv Eker)

Así que lo que consigues en realidad, es ver las cosas cada vez más negras, cada vez más negativas, y el resultado es que pierdes la perspectiva. Cuando esto ocurre, te vuelves mucho peor a la hora de encontrar soluciones a tus problemas, porque tu visión se hace cada vez más limitada, sólo ves lo que no funciona para ti.

El efecto secundario más temible, desde mi punto de vista, es que empiezas a creerte que no hay salida ni soluciones a tus problemas o situación. Esto es muy peligroso, porque hace que te estanques… y sufras.

 

La alternativa a la Queja

Afortunadamente, hay varias alternativas a la Queja o a la costumbre de Refunfuñar cuando algo no te gusta:

Expresar tus emociones y tus necesidades a quién, realmente, pueda ayudarte a resolver tu problema.

Es decir, en lugar de echar chispas al aire, o de escupir tu rabia sobre terceras personas que no tienen nada que ver con tu trabajo, puedes dirigirte a tu jefe, compañero o cliente: explicándole cómo te sientes y haciéndole una petición.

Por ejemplo: – Me siento frustrada porque por mucho que trabajo no veo ninguna recompensa, y necesito que tengas en cuenta mi esfuerzo y dedicación. Aparte de decirme lo que no te gusta de mi trabajo, ¿podrías también resaltar lo que hago de manera correcta?

Otro ejemplo: – Me siento confusa porque todavía no te he contado nada sobre posibles soluciones, y ya me estás chillando antes de empezar a hablar. ¿Podrías por favor escucharme primero y luego debatimos cómo mejorar la situación?

Esto es gestión emocional, esto es comunicación asertiva, esto es responsabilizarte de tus necesidades. Aunque tu jefe o cliente no te haga ni caso, ya has logrado expresar tu malestar a la persona involucrada en el problema, y de esta manera se libera mucha más tensión que envenenándote con quejas y refunfuñando a todas horas. Además has puesto de tu parte para mejorar la situación, te has responsabilizado de cambiar las cosas, has pasado de «víctima» a «protagonista» de la historia 😀

 

Por supuesto esta nueva vía para expresarte y sentirte bien, requiere entrenamiento, como el resto de claves que voy comentando en este blog. Esto no es un problema, es simplemente un reto, un desafío del que saldrás airosa/o si perseveras y te mantienes enfocado. Además, cuanto más te entrenas, más mejoras empiezan a ocurrir en tu vida, y más ganas sientes de seguir practicando este nuevo paradigma.

 

Yo también, sigo entrenándome para mejorar esta habilidad y nueva conciencia, por eso te invito a que participes junto a mi en el Reto: 21 Días Sin Quejarme.

(para más información sobre este reto, haz click aquí)

 

 


foto twitter

Soy Sandra Gonzalez, experta en Autoconfianza y Motivación Laboral. Ayudo sobretodo a mujeres trabajadoras a sentir más confianza en si mismas para que logren recuperar la motivación y el bienestar en su trabajo, mientras aprenden a alejarse del agobio, las preocupaciones y el estrés propios del entorno laboral.

Si quieres saber cómo puedo guiarte para alejarte de las preocupaciones y el sufrimiento en el trabajo, mira aquí lo que tengo preparado para ti 🙂


 

Ah! y no olvides compartir este post con aquellas personas que creas puedan estar interesadas, nos vemos más abajo en Comentarios.

Un abrazo!

Sandra.

Imagen: Fotolia – © Marijus

 

 

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