Blog

Mi respuesta es: Si, todos tenemos un propósito vital para el cual hemos nacido. ¿Por qué nos parece tan dificil de creer?

La verdad es que, yo personalmente, ya no tengo ninguna duda al respecto. Así que, si algo dentro de ti te dice que «Si, todos tenemos un propósito», y además, sientes que la vida tiene más sentido cuando acoges la idea de que cada uno de nosotros venimos al mundo para vivir experiencias y ayudarnos unos a otros a expandir nuestras conciencias, entonces este artículo es para ti 🙂

Naciste con unas condiciones especiales y únicas que te permiten realizar ciertas acciones o razonamientos mejor y más fácilmente que ninguna otra persona en este mundo. Seguramente de pequeña estabas totalmente alineada con este don y sus talentos, pero en algún momento decidiste que era más conveniente para ti dejar de lado tu verdadera naturaleza, para dejar paso a la estandarización a la que nos sometemos, cuando empezamos a interactuar cada vez más en la sociedad. Pero empecemos por el principio.

Un propósito para todos.

La especie humana se caracteriza por ser muy curiosa, desde los albores de nuestra civilización un sin fin de pensadores, emperadores, científicos, filósofos, y en general, todos y cada uno de nosotros nos hemos afanado en algún momento por descubrir nuevas fronteras y sobrepasar nuestros propios límites. A esto yo lo llamo «expandir la conciencia», y creo que éste es el propósito común de toda la humanidad.

Sea cual sea tu propósito, este es sólo una forma más de participar en este Propósito de Todos: expandir la conciencia.

Por ejemplo, cuando Beethoven creó su famosa obra «La Gran Fuga» ayudó a muchas otras personas a expandir sus conciencias, ya que revolucionó la música clásica de aquel entonces, creando un nuevo lenguaje musical totalmente distinto, que inspiró a numerosos músicos decenas de años después de su propia muerte. Lo mismo podríamos decir de Newton, Einstein, Ghandi, Mozart, Copernico, Platón, y demás personalidades ilustres que se te ocurran, que han ayudado a la humanidad a expandir su conciencia, es decir, «a hacer conocido lo desconocido».

Por tanto, vivir en consonancia con tu propósito vital, no sólo te ayuda a ti misma a expandir tu conciencia,sino que además (como en el caso de Beethoven) ayuda a otras conciencias a expandirse también. Y es que en esencia, para eso estamos aquí, para expandirnos haciendo conocido lo desconocido.

Un propósito para cada uno.

Expandir la conciencia requiere explorar todas y cada una de las posibilidades de «hacer conocido lo desconocido«. Y ahí es donde entran en juego los propósitos individuales.

Retomando el ejemplo anterior, Beethoven liberó la música de las convenciones de armonía y estructura que habían prevalecido hasta ese momento, por tanto imagino que su propósito vital estaba ligado a «fomentar la libertad». Dado que su pasión era la música, lo que hizo fue fomentar la libertad a través de la música clásica de aquel entonces.

En ti también existe un propósito único e irrepetible. Este propósito es más grande que tú, ya que su finalidad última es ayudar a otros a expandir sus conciencias, va mucho más allá del triunfo personal. Es probable que ni te imagines el impacto que tendría en la vida de los demás, y en la tuya, que vivieras alineada y en consonancia con tu propio propósito vital.

Por eso, las personas que lo han conseguido normalmente acaban por desmarcarse del resto, viven sus vidas de una manera totalmente diferente, mucho más fluida, desde el disfrute y acaban por influir en la vida de numerosas personas.

Conecta con tu Propósito.

¿Por qué nos parece que la vida no tiene sentido? ¿Por qué muchos hemos estado buscando la manera de darle sentido a nuestras vidas?

Porque nos hemos desconectado, y esa «desconexión» nos lleva a olvidar que nuestro propósito ya está ahí cuando nacemos. Es decir, no se trata de «darle» sentido a tu vida, porque tu vida ya tiene «sentido», sólo que no lo recuerdas, no recuerdas cuál es tu Propósito Vital.

La solución está en reconectarte con tu propia Verdad.

Quédate con esto: tu propósito es anterior a tu existencia. Y no podría ser de otra manera, basta con observar detenidamente la naturaleza, todo está conectado, nada ha sido creado al azar, hasta el propio proceso evolutivo de las especies tiene un propósito: adaptarse al medio, y esa adaptación se crea antes de que cada individuo nazca (antes de su existencia). Por tanto, recuerda, no se trata de «darle sentido a tu vida», sino de re-descubrir tu propio Propósito (ese que ya existe, desde antes de que nacieras).

Bien, y ¿Cómo se hace eso? me preguntarás. Pues el primer paso es dejar de buscar fuera lo que ya tienes en tu interior desde que naciste, y atender a las siguientes pistas:

1. Cuando vives alineada con tu propósito, es decir, cuando lo que haces está en consonancia con lo que viniste a hacer en este mundo, te siente absolutamente: «ligera», «entusiasmada», «plena», «conectada».
2. Cuando aquello a lo que te dedicas diariamente está directamente relacionado con tu propósito, el día a día se vuelve «fluído», el tiempo se pasa volando, pierdes la noción del mismo.
3. Cuando vives tu propósito te sientes bien contigo misma y con los demás. Tienes una indescriptible sensación de paz y satisfacción personal.

Así que a partir de ahora debes re-conectate contigo misma, y propiciar tener momentos de «conexión con tu propósito vital»:

• Vuelve a hacer cosas por puro placer, disfruta, permítete deleitarte con lo que realmente te hace vibrar, con lo que te entusiasma.
• Cuando al hacer algo pierdas la noción del tiempo, pregúntate a ti misma «¿qué es lo que me ha llenado realmente de ese momento?
• Averigua ¿qué es en esencia lo que más te importa en este mundo? ¿qué es lo que te hace vibrar?
• Procura tomar decisiones con el «corazón» y no con la mente, ya que es el único que puede orientarte para vivir alineada con tu propósito. Atiende a tu sabiduría interior, deja que sea ella la que te guíe.
• Reconcíliate contigo misma, en tu interior existe un don único e irrepetible que desea desde lo más profundo de ti, salir para inundar al mundo. Atrévete a enfocar tu vida hacia tu propósito vital.

En resumen, alinearte con tu propósito vital te permitirá vivir una vida plena y fluida. Entiendo que no siempre es fácil encontrarlo porque es algo muy «esencial» y sutil, que suele pasarnos desapercibido, por ello te animo a que pongas toda tu atención en esta búsqueda y si necesitas ayuda, no dudes en pedírmela 🙂

También puedes dejarme tus experiencias y aportaciones, más abajo en Comentarios,

Un abrazo!!

Sandra.